
"El Gobierno no va a hacer una reforma laboral porque se lo pida la CEOE. El Gobierno entiende que tiene que hacer reformas en un sentido muy amplio, donde el mercado laboral no debe quedar al margen", ha señalado el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, tras la celebración ayer de la Conferencia Empresarial 2009 organizada por la patronal. Campa, a la patronal: el Gobierno quiere acuerdos, no quejas.
Corbacho añadió que "la condición para acometerla es que debe hacerse en un mesa de diálogo social" e insistió en que las reformas "deben ser dialogadas y concertadas".
Polémicos convenios
Para retomar la negociación, los sindicatos UGT y CCOO exigen un acuerdo que desbloquee los convenios colectivos de 2009. Sin embargo, ayer el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, instó al Ejecutivo a actuar con urgencia y no esperar "eternamente" a que el diálogo a tres bandas fructifique.
"El paso del tiempo no resuelve la crisis", afirmó Díaz Ferrán durante la Conferencia Empresarial 2009, por lo que urgió al Gobierno acometer medidas "eficaces" para afrontar la crisis.
En este sentido, Corbacho ha confiado hoy en que la patronal y los sindicatos alcancen un acuerdo que desbloquee los convenios colectivos de 2009, aunque señaló que de no alcanzarse un pacto "una vez concluido en plazo de 30 días establecido por los agentes sociales, el presidente ya anunció ayer las seis propuestas de la agenda".
La crisis no está superada
Por otro lado, el ministro de Trabajo incidió en que, a pesar de que en los últimos meses existen signos "positivos y esperanzadores", la crisis "no puede darse por superada" hasta que los millones de desempleados se reintegren en el mercado laboral.
"La reinserción de los parados afectados por la crisis es una condición para consolidar la salida de la crisis", sentenció.
En cuanto a la presidencia española de la UE durante el primer semestre de 2010, Corbacho admitió que "no será un tiempo de grandes directivas", que achacó a los plazos para constituir la nueva Comisión Europea y al arranque de las nuevas directrices del Tratado de Lisboa.
Sin embargo, confió en que "seguramente sea una presidencia de grandes ideas" y lanzó un primer reto que debatir en los seis meses que presida España la UE: "Europa no puede seguir en 2010 con las mismas políticas y el mismo presupuesto que en 2007 porque en medio ha habido un tsunami".