Economía

España defenderá en el G20 limitar los salarios de los bancos rescatados

En silencio, sin enarbolar la bandera de protagonismo que se ha agenciado el presidente francés, Nicolás Sarkozy, el Gobierno español lleva semanas trabajando en un documento que quiere presentar en la reunión preparatoria del G20, que mantendrán los ministros de Economía de la UE la próxima semana, con su propuesta sobre cómo debe abordarse la polémica por las disparadas retribuciones de algunas entidades financieras.

En ellas, según fuentes próximas a Moncloa consultadas por elEconomista, la postura inicial de la cartera dirigida por Elena Salgado se inclina a favor de limitar los sueldos de los bancos o cajas que recurran a ayudas públicas. Esta filosofía de actuación tampoco es una sorpresa y, de hecho, era la defendida por el anterior titular de Economía, Pedro Solbes.

No obstante, desde el Ministerio descartan hablar de una postura oficial e insisten en que todavía no está cerrada la documentación que llevará Elena Salgado a la sesión preparatoria de la próxima semana. Otras fuentes, sin embargo, señalan que se está trabajando en esta línea, aunque reconocen que el Gobierno español está abierto a consensuar una postura europea, que permita delimitar unas líneas generales de actuación en todos los países miembros. De ahí que este primer documento sea, en cierto modo, un borrador que tomará más forma con las ideas que surjan en el debate de la sesión preparatoria del G20.

Con todo este material, se elaborará un documento más preciso y detallado, que llevará el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, a la cumbre que se celebrará en Pittsburg (Estados Unidos) a finales de septiembre.

Postura europea

Alemania y Francia también acudirán a dicho encuentro con su propia batería de medidas, que previamente darán a conocer a todos los ministros de Economía y Finanzas de la UE en la citada reunión preparatoria, con el objetivo de fijar una regulación internacional de las bonificaciones de directivos.

Por el momento, el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbrück, ya ha acordado con su colega francesa, Christine Lagarde, defender una postura conjunta contra las retribuciones disparadas y las primas de muchos ejecutivos del sector financiero. Como primera medida, Sarkozy ha llegado a un acuerdo con las entidades de su país para ligar la retribución variable (los famosos bonus) tanto a las ganancias como a las pérdidas, para evitar así que ejecutivos que se han marchado por la puerta de atrás, lo hagan con un cheque millonario.

Además, el presidente galo defiende limitar las primas de los directivos, hasta el punto de que ha amenazado con vetar a aquellas entidades que no se adapten a su nueva arenga. En la anterior reunión del G20, celebrada a principios de año, el Gobierno español ya se posicionó a favor de tomar medidas en materia de retribuciones, al considerar que las entidades habían perjudicado a los inversores con sus incentivos salariales.

"La extracción de rentas por parte de ejecutivos y de otros altos cargos ha ido en detrimento de los accionistas y ha favorecido una toma de riesgos opaca e inadecuada", rezaba el documento que llevó Zapatero a la anterior reunión del G-20, en el que acusaba a las entidades de un "alineamiento incorrecto de incentivos".

Sean cuáles sean las medidas que termine adoptando el Gobierno, su aplicación deberá ser coordinada entre el Banco de España y el supervisor del mercado de valores (CNMV), que ya están preparándose ante el nuevo escenario, conscientes de que deberán trabajar mano a mano en la aplicación de las nuevas normas de juego que surjan tras la próxima reunión del G-20.

En Reino Unido, único país que por el momento se ha lanzado a regular los bonus, hay un único organismo supervisor, la FSA, que está trabajando ya en esta materia, pero sin haber llegado todavía a ninguna medida concreta. En España, como las cajas de ahorros no cotizan, hay dos organismos.

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