
La Comisión Europea tiene unas perspectivas un tanto pesimistas sobre el gasto en pensiones para España. A principios de junio, en sus previsiones de primavera, advertía de que se convertirá en el segundo Estado miembro con el gasto más elevado para esta partida en 2070. Ahora, el Ejecutivo comunitario avisa de que el gasto en pensiones absorberá el 41% de los ingresos tributarios, lo que pone en entredicho la sostenibilidad del sistema en España.
El informe anual sobre tributación elaborado por la Comisión Europea sienta unas perspectivas poco halagüeñas para el envejecimiento poblacional. El gasto en pensiones públicas someterá a presión a las finanzas públicas de algunos Estados miembro. Un punto en el que Bruselas señala directamente a España, donde se producirán los incrementos de gasto más pronunciados, en relación a los ingresos fiscales hasta 2050.
"España tendrá que dedicar una media del 41,0% de sus ingresos fiscales al pago de las pensiones públicas en el periodo 2022-2050, seguida de Portugal (39,1%), Italia (38,8%) y Rumanía (38,3%)", indica Bruselas en su informe.
Además, España, Portugal y Rumanía son los tres países que, según las previsiones, alcanzarán "su nivel máximo de gasto en pensiones en torno a 2050, lo que podría constituir un incentivo para adelantar reformas fiscales que mejoren la sostenibilidad de sus finanzas públicas en una perspectiva a largo plazo", razona el Ejecutivo comunitario en su análisis.
En términos relativos, los mayores aumentos del gasto en pensiones en porcentaje de los ingresos fiscales de aquí a 2050 se prevén en España, con 11,1 puntos porcentuales, Lituania, con 10,7 puntos porcentuales e Irlanda, con 10,3 puntos porcentuales.
En este sentido, la Comisión Europea avisa de los países, con un mayor gasto en pensiones, como es el caso de España y Portugal, tienen una presión fiscal "persistentemente inferior a la media de la UE, en ambos casos al menos desde 1995". Por el contrario, otros países, como Bélgica, Italia, pueden tener un margen de maniobra limitado para aumentar aún más su presión fiscal sin perjudicar su competitividad.
Bruselas estima que España dedicará 2,5 puntos más del PIB a pensiones en 2050 en comparación con la partida de 2022. El acceso a la jubilación de la generación del baby boom será catalizador de esos incrementos, aunque las perspectivas empeorarán en la siguiente década.
La Comisión Europea considera en este informe que entre 2044 y 2066 España será el país con un mayor gasto en pensiones. Le quitará el puesto a Italia, que hasta 2044 encabeza las previsiones presupuestarias comunitarias para esta partida. Después de 2066 le tocará el turno a Luxemburgo.