
La brecha salarial entre géneros se reduce en Aragón, pero sigue en niveles altos. De hecho, en esta comunidad se sitúa en el 24,42%, porcentaje que evidencia que una mujer gana 5.651 euros menos anuales que un varón.
Este dato sitúa a Aragón como la segunda comunidad con mayor brecha salarial entre géneros, puesto que comparte con Cataluña y Asturias. Tan solo se sitúa por debajo de La Rioja y Murcia, autonomías en las que las diferencias de suelos entre hombres y mujeres alcanza el 25%. En España, es del 21%.
A pesar de estas cifras, la comunidad aragonesa ha visto reducir su brecha salarial en los últimos años, especialmente, desde el ejercicio de 2012, cuando alcanzó el 43%. Un porcentaje con el que se alcanzó el nivel máximo y supuso que la comunidad se situase 12 puntos porcentuales por encima de la media nacional del 31%, según se recoge en el Informe sobre la Brecha Salarial en Aragón en 2022 de la Secretaría de Igualdad y Política Social de CCOO Aragón y presentado hoy. La mayor reducción de esta diferencia de sueldos entre géneros se produjo a partir de 2018.
Los últimos datos salariales, correspondientes al ejercicio de 2022, reflejan que la ganancia media total en la comunidad aragonesa se sitúa en 26.012,71 euros anuales. Sin embargo, el análisis por género, indica que el salario medio de un hombre se eleva hasta los 28.789,96 euros, mientras que el de las mujeres es de 23.138,72 euros. Esto implica que el salario de las mujeres debería incrementarse en un 24,42% para equipararse al de los hombres. Además, en el caso de Aragón, se observa que la diferencia entre el salario medio de hombres y mujeres es mayor que en España, donde una mujer gana 5.022,02 euros menos que un varón.
La brecha salarial se detecta en todos los sectores de la actividad. En la industria, se sitúa en el 21%, ya que el sueldo de un varón asciende a 30.285,94 euros, mientras que una mujer percibe una retribución salarial de 24.948,94 euros. En servicios, la brecha es del 24%, con salarios de 28.430,45 euros para un hombre y de 22.842,01 euros en la mujer. Esta mayor brecha en servicios se explica por ser un sector altamente feminizado y con más precarización del empleo y menor valoración de los puestos ocupados por las mujeres. En el caso de la construcción, los datos no son significativos por la escasa presencia femenina en el sector.
Mayor presencia de la mujer hay en el sector público, en torno al 61,1%, lo que posiblemente responde a una mayor estabilidad, mejores condiciones laborales y mayor flexibilidad para conciliar. Además, en el ámbito público, se engloban áreas como educación, sanidad o servicios sociales con alta presencia femenina.
Diferencias se observan a su vez por nivel de estudios. La tasa de empleo en mujeres con formación superior es del 74,1% frente al 76,5% de los varones, lo que deja entrever barreras para la equidad en el mercado laboral. Y, aunque ellas tienen más representación en empleos altamente cualificados (24% de las mujeres ocupadas son técnicas, científicas o intelectuales frente al 12,8% de los hombres), siguen cobrando menores salarios en comparación con ellos en casi todos los sectores.
La edad también tiene relación con la brecha salarial. En el grupo entre 25 y 34 años, se sitúa en el 14,3%, mientras que de 35 a 44 años se eleva hasta el 20,6% y pasa a una diferencia del 21,4% para la franja de edad de entre 45 y 54 años. Para los mayores de 55 años, se sitúa en el 19,3%.
Unas diferencias tras la que hay varios factores: responsabilidades familiares y cuidados que limitan la progresión profesional de la mujer y el acceso a incrementos salariales, el menor acceso a promociones y complementos de suelo y la menor proporción de aumentos retributivos vinculados a la antigüedad o al desempeño o disponibilidad.
Evolución de la brecha salarial entre hombres y mujeres
La evolución de la brecha salarial en Aragón ha sido dispar. Por ejemplo, en el año 2008, alcanzaba el 36% para, posteriormente, elevarse hasta el 43% en 2012. A partir de ese ejercicio, comenzó a bajar, aunque con algunos años de repunte.
Y esto ha sucedido recientemente. En el año 2021, la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres era del 22,91%, mientras que el último dato de 2022, ejercicio analizado en este informe, refleja que ha subido en más de un punto porcentual hasta el 24%.
Son vaivenes que se explican principalmente por el mercado de trabajo. En concreto, los años de crisis económica, del 2008 al 2014, la brecha aumentó por la mayor precarización del empleo femenino, aunque se fue en los años posteriores reduciendo por las reformas en materia de igualdad salarial. Sin embargo, tras años de reducción, se observa un freno a esta tendencia a acortar distancias retributivas entre los trabajadores por género.
¿Por qué se produce la brecha salarial entre géneros?
La brecha salarial entre hombres y mujeres en Aragón se explica por varios factores. Uno de los principales es la presencia del sector industrial, que tiene más peso que en el conjunto de España. En este sector, predominan sobre todo plantillas masculinas. Además, ofrece salarios más altos.
Otro factor decisivo es la menor representación en puestos de acceso a complementos salariales, lo que acentúa la desigualdad. Y, por supuesto, no se debe obviar la menor presencia de mujeres en los puestos directivos.
La brecha salarial también está vinculada con el tipo de contrato y jornada laboral. Se da el caso de que las mujeres predominan en las jornadas a tiempo parcial. La tasa de temporalidad en ellas es del 20,1%, mientras que es del 13,1% en los hombres. En cuanto al porcentaje de trabajadores a tiempo parcial en 2023, el dato se sitúa en el 5,2% en los varones y en el 23,6% en ellas. Unas cifras que contrastan con las de 2022, ejercicio en el que eran del 6% en hombres y 22% en mujeres, colectivo este último en el que se produce un aumento de 1,6 puntos porcentuales. En cuanto a la jornada laboral completa, es del 78% en mujeres y del 94% en hombres.
Y ellas son a su vez las que más reducciones de jornada y excedencias por cuidados realizan, lo que suele conllevar una reducción e, incluso, renuncia salarial.