
Bruselas quiere impulsar la industria de las baterías en la UE, ante la creciente competencia con rivales como China o Estados Unidos. La Comisión Europea ha propuesto este miércoles retrasar hasta 2027 los aranceles a los vehículos eléctricos y baterías en el comercio con Reino Unido y dotar de 3.000 millones de euros de financiación a la industria de fabricación de baterías de la UE durante los tres próximos años.
Con la extensión, hasta el 31 de diciembre de 2026, de las normas de origen que se aplica al sector de los vehículos eléctricos y baterías bajo el acuerdo de cooperación que la UE tiene con Reino Unido, Bruselas trata de esquivar normas "más estrictas que se hubiera aplicado a partir de 2024 hasta finales de 2026", según ha explicado en rueda de prensa el vicepresidente de la Comisión Europea encargado las relaciones con Reino Unido, Maros Sefcovic. A la vez, la propuesta de este miércoles "elimina la amenaza de aranceles a la exportación de vehículos eléctricos de la UE al Reino Unido y viceversa a partir del 1 de enero del 2024", aclaró el comisario eslovaco.
La propuesta de la Comisión Europea al Consejo implica también que a partir de 2027 se pasará a ese nivel más estricto con la aplicación de aranceles, según el acuerdo de Cooperación con Reino Unido. Se trata de una extensión única, según ha explicado Sefcovic, es decir, existe una cláusula que establece "que no se podrá repetir en el futuro cercano", antes de 2031.
Por otra parte, a partir de 2024 se dotará de 3.000 millones de euros de apoyo financiero a los fabricantes de baterías sostenibles. Una financiación que provendrá del Fondo de Innovación, con un instrumento dedicado específicamente al sector de las baterías, durante los tres próximos años.
La idea es que esta ayuda se conceda como "una prima fija para los fabricantes europeos de las baterías más sostenibles" para incentivar las "inversiones en las instalaciones de fabricación de baterías de la Unión Europea", tal y como ha aclarado el vicepresidente de la Comisión Europea. Con ello Bruselas busca, también que se generen efectos indirectos en toda la cadena de valor, incluido su segmento aprovisionamiento y materias primas.
En este sentido, el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, ha subrayado que "los fabricantes de automóviles y baterías de la UE tendrán la previsibilidad y estabilidad que tanto necesitan en un momento de feroz competencia mundial".
La Comisión también invitará a los Estados miembros a participar económicamente a los países en la convocatoria de propuestas, aprovechando la selección de proyectos a escala de la UE y evitando que se fragmente la financiación.
La extensión acuerdo de Cooperación con Reino Unido, cerrado en 2020 por el Brexit, responde a circunstancias imprevistas como la guerra de Rusia en Ucrania, el alza de precios de la energía o el aumento de la competencia de los programas de apoyo nuevos. El Acuerdo de Comercio y Cooperación establece las normas que rigen el comercio entre la Unión Europea y el Reino Unido, entre las que figuran las normas de origen, que especifican que sólo los productos originarios la UE y Reino Unido pueden beneficiarse del régimen preferencial y que no se le apliquen tasas arancelarias.
En este marco, el desarrollo "del ecosistema de baterías europeo ha sido más lento de lo que se había previsto", según aclaró Sefcovic. Ante lo cual el sector químico de baterías y químico europeo plantearon múltiples preocupaciones ya que tendrían que enfrentarse a un 10% de aranceles a partir del 2024 para vehículos eléctricos cuyas baterías procedan de fuera de la UE.
Hace tiempo que Bruselas intenta impulsar la industria de baterías y vehículos eléctricos comunitarios. Para ello ha dispuesto ya la Alianza para Baterías, el reglamento para Baterías, creado y financiado la Academia de Baterías y aprobado dos importantes proyectos de interés común europeo relacionado con las baterías.