
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y secretario del Tesoro, Timothy Geithner, han comparecido de forma conjunta ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes para explicar la intervención de AIG. Ambos han solicitado una regulación más estricta para el mercado financiero y el poder de liquidar las sociedades financieras no bancarias. Stiglitz y Krugman arrementen contra el plan de Geithner.
En una inusual comparecencia conjunta junto al secretario del Tesoro, Bernanke señaló que si la aseguradora AIG hubiera caído, otras entidades habrían seguido el mismo camino, y apuntó que los bancos globales contaban con una exposición de 50.000 millones de dólares (36.988 millones de euros).
"AIG subraya la necesidad urgente de establecer nuevos procedimientos de resolución para las entidades importantes ajenas al sistema bancario", indicó Bernanke.
Polémicos bonus a los directivos
Por otro lado, el máximo responsable de política monetaria de EEUU reconoció que intentó detener el pago de bonificaciones a los ejecutivos de AIG, que ha recibido alrededor de 170.000 millones de dólares (125.593 millones de euros) de los contribuyentes, pero desistió de al ser advertido por los asesores legales de la Fed de las dificultades para evitar los pagos, puesto que en un hipotético juicio la Fed podría haber sido condenada incluso a pagar más dinero a los beneficiarios de estos 'bonus'.
"Una acción legal hubiera podido tener el efecto perverso de doblar o incluso triplicar los beneficios financieros para los empleados de AIG", dijo Bernanke, quien afirmó que el banco central de EEUU se opone a las denominadas 'primas de retención' y mostró su disposición a colaborar con el Tesoro en la recuperación de las mismas.
Reglas de supervisión
Por su parte, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, coincidió con Bernanke a la hora de afirmar que es necesario mejorar las reglas de supervisión para "cerrar estas brechas" y mostró su "enfado" con el hecho de que se hayan permitido tantos riesgos.
Asimismo, tanto Geithner como Bernanke, subrayaron ante el Comité la necesidad de obtener nuevos poderes que permitan el cierre de entidades financieras sistémicamente importantes de manera ordenada, puesto que la crisis ha afectado a los bancos más grandes, firmas de corretaje y a entidades aseguradoras.
"Debemos crear una nueva autoridad dotada de un poder de liquidación de manera que el gobierno federal cuente con las herramientas que necesite para desmantelar una institución del tamaño y de la complejidad de AIG", la firma de seguros que el Estado salvó de la quiebra con 170.000 millones de dólares, ha declarado Geithner.
"AIG saca a la luz la urgente necesidad de nuevos procedimientos de liquidación para las sociedades financieras no bancarias de una importancia tal que su quiebra haría peligrar el conjunto del sistema", ha señalado Bernanke.
A pesar de la presencia de AIG en todo el mundo, la supervisión del grupo la ejerce la oficina de seguros del Estado de Nueva York, donde tiene su sede social.