
La economía de EEUU destruyó 651.000 empleos más en febrero, según informó el Departamento de Trabajo. Además, la tasa de paro ha subido hasta el 8,1% frente al 7,6% del mes previo porque las cifras de diciembre y enero se han revisado muy al alza: 655.000 en vez de los 598.000 anunciados para el primer mes de 2009 y 681.000 en lugar de los 577.000 comunicados para el último mes de 2008.
El consenso de analistas recopilado por Bloomberg esperaba la destrucción de 650.000 empleos y una tasa de paro del 7,9% para el mes de febrero.
"El dato de hoy continúa mostrando el sombrío estado del mercado laboral, que sugiere una profundización de la recesión de Estados Unidos", asegura Joe Manimbo, analistas de Ruesch International en Washington.
"Desde el comienzo de la recesión en diciembre de 2007, la pérdida de empleos alcanzaron 4,4 millones, de los cuales la mitad tuvo lugar en los últimos cuatro meses", señaló el Departamento de Trabajo. Las cifras comienzan a ser escalofriantes ya que la economía acumula tres meses consecutivos perdiendo más de 600.000 puestos de trabajo, además, la cifra de 681.000 desempleados más de diciembre es la más alta desde octubre de 1994.
Golpe para casi todos los sectores
El empleo continuó cayendo fuertemente en la mayoría de los sectores de actividad en febrero, con la notable excepción de la salud (al igual que en los últimos meses), que creó 27.000 puestos.
La industria, sector golpeado en los últimos dos años, perdió 276.000 empleos, después de haber suprimido 379.000 el mes anterior. Los servicios, que emplean cerca del 85% de la mano de obra no agrícola, perdieron 375.000 puestos tras suprimir 276.000 en enero.
El total de desocupados en Estados Unidos alcanza ahora los 12,5 millones de personas, según la cifra oficial de Trabajo. A ellos se agregan cerca de 5,6 millones de personas que dicen querer encontrar un empleo pero que por diversas razones no están incluidas en la población económicamente activa.
Círculo vicioso
Las compañías que tienen problemas por la caída de la facturación y el ajuste de los márgenes de beneficios reducen empleos en enormes cantidades, lo que a su vez obliga a las familias a recortar todavía más el consumo, creando un círculo vicioso en una economía en descenso.
El Gobierno está ejecutando un paquete de estímulo de 787.000 millones de dólares para tratar de frenar la alarmante espiral descendente de la economía. Pero el éxito de este plan depende de la estabilización del fracturado sistema financiero y el colapsado mercado inmobiliario.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha afirmado hoy que no acepta "un futuro de desempleo en este país", al hablar sobre las cifras de paro dadas a conocer hoy.
En declaraciones desde Columbus (Ohio), donde participa en un acto de graduación de nuevos policías, el presidente estadounidense ha defendido el plan de estímulo económico promulgado el mes pasado para asegurar que ya comienza a funcionar y contribuirá a sacar al país de la crisis.