Los analistas de Standard & Poor's vaticinan que el Gobierno de Mariano Rajoy cumplirá este año el objetivo de déficit -del 5,5 por ciento del PIB-, aunque ven riesgos para lograr las ambiciosas metas del 4,2 y 2,8 por ciento fijadas para 2015 y 2016, respectivamente.
Según los cálculos de la firma, el déficit será del 4,8 por ciento en 2015 y del 3,4 por ciento un ejercicio más tarde. Y alertan de que "sin nuevas medidas adicionales encaminadas a la reducción del déficit público, es poco probable que el Gobierno cumpla con sus objetivos".
El Ejecutivo español tomó ayer mismo nota del diagnóstico de S&P, y por boca del ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró que "el mensaje que este tipo de calificaciones transmiten es que hay que persistir en la política económica reformista".
No en vano, pese a la evidente mejoría de rating, refrendada ya por las tres grandes agencias internacionales, hay serios problemas que dejan a España aún muy atrás en su calificación crediticia . Entre ellos figuran la alta deuda pública y privada, el elevado endeudamiento externo y los fallos en la transmisión de la política monetaria del BCE. Esto, al decir de Standard & Poor's, provoca que las empresas españolas, sobre todo las pymes, tengan un peor acceso al crédito que sus competidoras de la zona euro.
En cuanto a la deuda pública española, el informe emitido ayer por S&P alerta de que la reducción del pasivo de las Administraciones será un proceso largo que, además, frenará la demanda interna y, por ende, ralentizará el repunte del consumo y de la inversión. Junto a ello, se prevé que tanto las empresas como los hogares seguirán reduciendo su apalancamiento.