Economía

¿Del abismo a la recesión? El ajuste por llegar amenaza con estancar EEUU

Según Roubini Global Economics, el recorte total en 2013 podría suponer el 1,6% del PIB.

Todo está listo ya en Washington para la próxima contienda que mantendrá en vilo a medio mundo. Siendo fieles a su estilo político, los legisladores y la Casa Blanca lograron durante los primeros compases de 2013 que la economía del país no se despeñase de lleno por el conocido como abismo fiscal. Sin embargo, eso de parchear sobre la marcha el paracaídas con un aumento de impuestos de último minuto puede complicar aún más las arduas negociaciones que todavía quedan por venir.

Aproximadamente a mediados de febrero, el Departamento del Tesoro, que pronto dará la bienvenida a su nuevo capitán, agotará los 200.000 millones de dólares activados en materia de emergencia cuando el país sobrepasó su techo de deuda el pasado 31 de diciembre. A partir de entonces, EEUU deberá priorizar sus pagos, algo que podría desatar el pánico en los mercados bursátiles.

"El sistema político de EEUU sigue estando gravemente polarizado, una situación que lamentablemente no se ha corregido desde las elecciones", explica Peter Hooper, economista de Deutsche Bank. "Dadas la circunstancias el país podría llegar incómodamente a una situación de impago en unos dos meses", advierte. Desde su punto de vista, lo más probable es que se elevará el techo de deuda en el último minuto pero eso podría provocar un cierre del gobierno en marzo.

Más de un desafío

Recordemos que el límite de endeudamiento no es la única batalla que el Congreso y la Administración Obama tendrán que solventar en menos de dos meses. El conocido como "secuestro", el recorte automático de gasto por valor de entre 80.000 y 110.000 millones de dólares que fue retrasado hasta el próximo 1 de marzo durante las negociaciones sobre el abismo fiscal, dificultará las negociaciones sobre el techo de deuda. "Probablemente, el Congreso eliminará el secuestro a cambio de aceptar algunos pequeños recortes en el gasto y elevar el techo de la deuda hasta principios de otoño", asegura Nouriel Roubini, presidente de RGE. "Esto permitiría una negociación sobre la reducción del déficit a medio plazo, con los ingresos y recortes encima de la mesa".

Al "secuestro" habría que añadir un último asalto, el conocido como "la resolución continua", que financia todos los gastos discrecionales del gobierno y que expira el próximo 27 de marzo. Si no se renueva, todas las operaciones "no esenciales" del gobierno deberán echar el cierre. De nuevo, este es un instrumento muy valioso para los legisladores republicanos en el Congreso a la hora de forzar a los demócratas y la Casa Blanca a aceptar un mayor recorte de gastos en las distintas negociaciones que vienen.

A corto plazo, durante los próximas semanas, Roubini Global Economics (RGE) estima que los legisladores de ambos partidos y la Casa Blanca acordarán recortes de gasto por valor de entre 40.000 millones de dólares y 50.000 millones de dólares en 2013, algo que reducirá el crecimiento de EEUU en torno al 1,2 por ciento del PIB.

A ello habría que sumar medidas de austeridad adicional por valor de 40.000 millones de dólares, ya en vigor para 2013, como consecuencia de los recortes de gasto discrecionales aprobados en agosto de 2011. Si añadimos estos recortes al ajuste ya acordado el pasado 1 de enero y los que podrían ocurrir en los próximos dos meses, la reducción del déficit se acercará a los 320.000 millones, cerca del 2 por ciento del PIB. Esto supondría un lastre para el crecimiento de alrededor de 1,6 puntos de la economía estadounidense, es decir, el ajuste en 2013 se situaría muy por encima del experimentado en 2012, que rondó el 1 por ciento.

En estas circunstancias, Roubini dejó claro la semana pasada durante una conferencia telefónica que el ajuste fiscal supondrá un verdadero lastre para la economía durante el año, al mismo tiempo que advirtió que "EEUU podría fácilmente estancarse peligrosamente este año", o peor aún, tontear con una contracción si la zona euro sufriera un traspiés.

Desde Goldman Sachs, su economista jefe para EEUU, Jan Hatzius, estima que el crecimiento del país en la primera mitad del 2013 se situará entre el 1,5 y el 2 por ciento. Según explica, aunque el sector privado ha realizado ya una gran cantidad de avances en el ajuste de sus cuentas, la expiración de la reducción de impuestos sobre la nómina y el aumento de ingresos a las rentas altas tendrá un gran peso en el ingreso disponible y por lo tanto en el gasto de los consumidores a corto plazo.

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