El Ministerio alemán de Finanzas diseña en la actualidad un plan de emergencia ante la hipótesis de una quiebra de Grecia y una reestructuración de su deuda pública. Además de iniciativas necesarias para garantizar que la de Atenas es una voladura controlada, Berlín estaría prestando especial atención a la onda expansiva sobre la banca europea y el euro.
La concepción de este plan de emergencia, que también podría ampliarse a Irlanda -el otro país del euro que ha necesitado ser apuntalado por sus socios europeos y por el Fondo Monetario Internacional (FMI)-, se enmarcaría dentro de las negociaciones en curso para aumentar y flexibilizar el uso del fondo europeo de rescate de países al borde de la bancarrota. Con matices diferentes, coinciden en difundir esta información la agencia de noticias Reuters, la cadena de televisión norteamericana CNBC y la publicación alemana Die Zeit.
Por otra parte, el liberal finlandés Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, viajará el martes que viene a Berlín para intentar convencer a la clase política alemana de la necesidad de que en la cumbre europea del 4 de febrero se pacte la reforma del actual mecanismo de rescate, aunque se deje para la cumbre de finales de marzo el acuerdo sobre el fondo permanente que echará a andar dentro de dos años, cuando caduque el fondo temporal en vigor. Rehn se entrevistará con el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y acudirá a la comisión de política económica del parlamento alemán o Bundestag.
Barroso defiende a Zapatero
El conservador portugués José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, hizo ayer una encendida defensa de las reformas para estabilizar a sus países de los primeros ministros socialistas de España (José Luis Rodríguez Zapatero), Portugal (José Sócrates) y Grecia (George Papandreu). Replicó así a las críticas contra los ajustes emitidas por los eurodiputados socialistas durante un debate en el pleno del Parlamento Europeo.
