
La Generalitat de Cataluña ha sufrido hasta el último minuto para solventar los problemas de tesorería que arrastra. Ayer a media tarde, el gobierno catalán emitió una nota de prensa en la que anunciaba la firma de un crédito sindicado por valor de 1.000 millones de euros con diez entidades financieras españolas.
La Caixa y el BBVA lideran la operación con 350 millones de euros cada uno. Las restantes entidades que han cubierto el préstamo son Caja Madrid con 75 millones de euros; Banco Sabadell con 70 millones; Banco Popular, 50 millones; Caixa Penedès, 35 millones; Caixa Galicia, 25 millones; Caixanova, 25 millones; Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, 10 millones y Unnim, otros 10 millones.
La consejería de Economía y Finanzas de la Generalitat, que dirige Antoni Castells, resaltó ayer que "en un contexto económico como el actual, la concesión de este préstamo pone de manifiesto la confianza de las instituciones financieras en la administración catalana".
Tal y como publicó ayer elEconomista, la Generalitat ha atravesado problemas de liquidez derivados de la imposibilidad de colocar nuevas emisiones de deuda pública catalana en los mercados financieros. Esta falta de liquidez, ha llevado a la administración catalana a retrasar el pago de los hospitales concertados desde el pasado mes de abril. La factura a este sector asciende a unos 600 millones de euros al mes.
Ante esta situación de cierre de los mercados, y según fuentes financieras, el departamento de Economía ha intentado negociar un crédito sindicado por valor de 2.000 millones de euros. Finalmente, tras semanas de conversaciones, el préstamo se hizo realidad ayer 30 de julio, pero sólo por la mitad del importe que inicialmente quería la Generalitat.
El préstamo de 1.000 millones se ha estructurado como un crédito a cuatro años a un tipo de interés que el gobierno catalán no quiso comunicar. "Es algo que normalmente no explicamos, pero son buenas condiciones de mercado", aseguró el portavoz de la consejería. En su opinión, "esta operación demuestra la solvencia de las cuentas de la Generalitat y la normalidad en su tesorería".
Las necesidades del 2010
Para cuadrar las cuentas del ejercicio 2010 y hacer frente a todos los pagos comprometidos, la Generalitat había presupuestado unas necesidades de emisión de deuda o contratación de créditos por valor de 9.000 millones de euros. Tras la aprobación del denominado Plan de Austeridad, la administración catalana ha rebajado esa cifra a unos 8.000 millones, explicaron fuentes de la consejería de Economía.
Hasta el momento, contabilizando el crédito sindicado firmado ayer, la Generalitat ha logrado "casi 4.000 millones de financiación ajena". De esta cifra, 2.150 millones corresponden a dos emisiones de deuda realizadas en el primer trimestre del año; 1.000 millones del crédito sindicado, y el resto corresponde "a la emisión periódica que realizamos de pagarés", señalaron las mimas fuentes.
Para lo que resta del año, la Generalitat reconoce que necesitará "entre 3.000 y 4.000 millones más" y que tendrán que encontrarlos a lo largo del próximo otoño. Una de las opciones que barajan es realizar una emisión de bonos samurai en los mercados asiáticos nada más que la coyuntura lo permita. El consejero de Economía, Antoni Castells, ya realizó una gira por Japón el pasado mes de abril con este objetivo, pero, pese a la buena recepción que tuvo, las turbulencias en los mercados financieros en mayo dieron al traste con esta iniciativa. Con la normalización de la situación la operación se podría recuperar.
Para hacer frente a los pagos más inmediatos, a principios de este mes de julio el departamento de Economía colocó pagarés por un importe de seis millones, en una subasta ordinaria cuya única adjudicataria fue La Caixa. Cuatro millones de euros se lanzaron a tres meses, con un tipo marginal del 1,41%; un millón de euros más a seis meses a 1,84%, y otro millón a 12 meses al 3,3%.