Audi, BMW y Mercedes son las marcas que han definido desde hace décadas cómo tiene que ser una berlina. En el segmento medio, no solamente se llevan el prestigio, sino también el grueso de las ventas. Jaguar quiere ser BMW.
Muchas marcas, europeas o no, han intentado asaltar sin éxito este baluarte automovilístico germano. Y entonces llega el Jaguar XE, una versión reducida y modernizada del señorial XF.
¿Será capaz de inquietar al dominio alemán? Pues después de probarlo a fondo creemos que sí. No le faltan cualidades, calidad general y, además, su purista diseño británico le da un toque de distinción y originalidad frente a sus pragmáticos rivales.
Conducción muy satisfactoria
El propietario actual de la marca, la empresa india Tata, ha tirado la casa por la ventana al invertir en el desarrollo de este modelo una ingente suma. En concreto 2.000 millones de libras esterlinas, unos 2.727.100.000 euros.
Todo lo contrario de lo que ocurrió en la etapa Ford, cuando la compañía lanzó el antecesor del XE, el X-Type, con una estrategia de ahorro completamente opuesta al aprovechar el Mondeo entonces vigente como base para el nuevo modelo.
El resultado actual nada tiene que ver. Se ha buscado un coche de última tecnología, realizado con materiales ligeros, nuevos motores de alta eficiencia, pero sin renunciar a ofrecer una conducción satisfactoria para los entendidos. Hecho en un 75 por ciento en aluminio, con propulsión a las ruedas traseras, suspensión delantera de doble triángulo y trasera multibrazo, los ingenieros de Gaydon han afinado la berlina al más exigente gusto europeo.
A los mandos del XE notamos enseguida un tacto exquisito, mezcla de lujosa berlina con un innegable "feeling" deportivo. La diversión al volante comienza en cuanto surgen las curvas, las cuales el Jaguar traza con una precisión milimétrica gracias a una dirección eléctrica (la primera en la historia de la marca) que posee doble efecto y que puede regularse en mayor o menos asistencia gracias a los modos seleccionables Normal o Dinámico.
Buen equilibrio
Las ayudas electrónicas a la conducción son variadas, pero bastante permisivas y podemos apoyarnos bastante en las curvas sobre el tren trasero antes de que surja un ligero subviraje. Incluso disponemos de una modalidad Track que libera aún más al XE para rodar en circuito cerrado, permitiendo aprovechar las previsibles reacciones del eje trasero para conseguir sensaciones deportivas muy notables.
El equilibrio entre deportividad y seguridad es de lo más gratificante y en esto el XE da una respuesta muy contundente a sus rivales alemanes, sobre todo al BMW Serie 3, que es el que más incide en la faceta deportiva.
A la hora de rodar tranquilos, el XE nos sigue deleitando con un excelente filtrado de amortguación, incluso sin la regulación Suspensión Adaptive Dynamics, una opción de 1.120 euros que en este caso nos podremos ahorrar.
Vislumbrando de forma muy realista el mercado de particulares y de flotas de empresa, Jaguar ha desarrollado un nuevo motor diésel, revolucionario en la marca por ser el primero en su historia y por su eficiencia. Esta mecánica, bautizada Ingenium, es particularmente discreta en cuanto a sonoridad y vibraciones.
Automático recomendable
Servido en dos potencias diferentes (163 y 180 CV), presenta un funcionamiento suave, pero enérgico cuando se le exige. Sólo podríamos achacarle una respuesta perezosa a bajo régimen, por debajo de las 1.800 rpm. Pero hay forma de solventar esta particularidad, recurriendo al nuevo cambio automático de 8 relaciones especialmente desarrollado por ZF para Jaguar. El resultado respecto al cambio manual es mucho mejor, además de la comodidad intrínseca a este tipo de transmisión, por lo que la opción automática (2.000 euros) es en este caso muy recomendable.
A pesar de incrementarse un poco el consumo con el cambio automático, podemos contenerlo por debajo de los 6,5 litros sin demasiados cuidados en la conducción. se trata de un valor muy bueno para una berlina de 180 caballos y el parco motor Ingenium encuentra un excelente aliado en un peso contenido del XE, cifrado en 1.550 kilos.
En definitiva, un excelente coche e interesante opción, incluso por precio, frente al triunvirato de las berlinas alemanas. Salvo por algunos "fallitos" en el detalle y achacables a la juventud del modelo, el XE convence plenamente en cualquiera de sus facetas.
Lo más destacable
- Cualidades dinámicas
- Consumos contenidos
- Diseño y comodidad
Lo mejorable
- Plazas traseras justas
- Respuesta a bajo régimen
- Detalles de acabado perfectibles
Ficha técnica
Motor: turbodiésel, 1.999 cc
Potencia: 180 CV a 4.000 rpm
Par motor: 430 Nm a 1750-2500 rpm
Consumo mixto oficial: 4,2 l/100 km
Transmisión: automático, 8 velocidades
Maletero: 450 litros
Velocidad máxima: 230 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 7,8 segundos
Precio: 41.788 euros