¿Rozar los 340 km/h en un Gran Turismo de cuatro plazas? Sí, es posible. Tal hazaña la acaba de lograr el Bentley Continental Supersports, que acaba de convertirse en el modelo de su segmento más rápido del mundo.
¿Y qué clase de bestia se esconde bajo el capó de este velocista británico? Ni más ni menos que el conocido motor W12 de Bentley, aunque convenientemente modificado para ofrecer un mejor rendimiento. En concreto, sube de potencia 80 CV y aumenta el par máximo en 217 Nm, hasta alcanzar los 710 CV y 1.017 Nm. Una auténtica barbaridad que traduce en una mejora del 10% en la relación peso/potencia y del 25% en la relación par/peso.
Esto se ha conseguido gracias a unos turbocompresores más eficientes y a un intercooler revisado, aparte de ciertas mejoras en el cigüeñal y las bielas, entre otras. El resultado es una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos (0,4 segundos más rápida) y una velocidad punta de 336 km/h (8 km/h más que antes), que otorgan al Bentley Continental Supersports el título de GT de cuatro plazas más rápido del mundo. Nada más y nada menos.
No contento con semejantes prestaciones, cuenta con una serie de detalles específicos, como son: los frenos carbocerámicos, las llantas de 21 pulgadas o el sistema de escape rediseñado que, según asegura la marca "produce un sonido similar al de la descarga de un fusil en la reducción de marchas".
Otras modificaciones tienen que ver con la remodelación de los paragolpes delantero y trasero, las tomas de aire en el capó con acabado en fibra de carbono, las salidas de escape estriadas y pintadas en negro brillante, los grupos ópticos oscurecidos y el acabado negro en parrilla, tiradores de las puertas y marcos de ventanilla.
