Se mueve como un turismo en carretera y como un todocamino fuera de ella. Es versátil y amplio, e incorpora muchos de los últimos avances tecnológicos en materia de seguridad. Además, tiene un precio que al ponerlo en relación a su calidad se queda hasta corto.
Pero claro, es un Skoda y mola menos que cualquier otro modelo similar de marcas premium. ¡Error! Quien piense esto último debería salir a conocer el nuevo Scout. Probablemente sea la opción más interesante de su peculiar nicho de mercado.
El Skoda Scout es una nueva alternativa dentro del segmento todocamino. Se trata de una variante del Octavia Combi, que pierde esta denominación precisamente porque sus capacidades van más allá de las de un simple vehículo familiar, y en la marca lo quieren dejar bien claro. Nada de Octavia Combi Scout, como se hacía llamar en la generación anterior; desde ahora, simplemente Skoda Scout. Esto da continuidad a la estrategia llevada a cabo con el Rapid y el Spaceback, que no son más que dos carrocerías derivadas de un mismo coche aunque se llamen de forma diferente.
Más SUV que los propios SUV
Cuestiones de marketing aparte, decíamos que el modelo checo es un todocamino. Muchos pensarán que le falta apariencia de todoterreno para serlo y que el simple hecho de tener tracción total no lo convierte en un SUV.
Pero lo cierto es que aunque no disponga de una carrocería de dimensiones voluminosas, ni su puesto de conducción sea elevado ni tenga unas ruedas de gran tamaño, sí es un vehículo todocamino con todas las letras. Y lo es por una simple razón: en carretera va muy bien y en terrenos offroad de relativa dificultad, también. Además, es práctico, versátil y amplio, que es algo que se le exige a todo coche de estas características.
Probablemente el Skoda Scout sea incluso una opción más coherente dentro del mundo SUV que los SUV propiamente dichos. Dado que la mayoría de usuarios no se mueve más que por asfalto con este tipo de coches, ¿no será mejor una carrocería tipo turismo familiar? El coche, gracias a esto, es más dinámico y menos aparatoso, pero al mismo tiempo mantiene intactas casi todas las cualidades exigibles a este tipo de vehículos.
En este sentido, el Scout podría equipararse a algunos modelos de la gama Subaru, que también responden a esta filosofía, e incluso al Audi A4 Allroad. El cliente potencial es, en todos los casos, el mismo: joven, dinámico, con familia, aventurero, con afición por el deporte? En fin, gente inquieta que quiere tener en el garaje un coche de estética diferenciadora y capaz de responder en entornos no asfálticos, aunque sólo se le pida esto de forma ocasional.
¿Qué tiene un Scout que no tenga un Octavia Combi?
Fabricado sobre la plataforma MQB que tantas satisfacciones está dando al Grupo Volkswagen (la utilizan los Seat León, VW Golf, Audi A3, VW Passat, Skoda Octavia?), el Scout de distingue en el exterior por sus paragolpes específicos, por el 'paquete offroad' que integra plásticos inferiores en color plata mate, por sus llantas de diseño específico y por sus molduras con la inscripción Scout. Mientras tanto, en el interior la nota distintiva la ponen los emblemas en volante y pomo, las molduras y la tapicería de color marrón, destinada sólo a esta versión.
Pero si en el apartado estético los cambios son los justos y necesarios para dotar al Skoda de una imagen de mayor robustez, cabe decir que lo verdaderamente importante son las modificaciones que recibe para su uso en campo. Son fundamentalmente, dos cosas las que hacen a este coche más capaz que un Octavia Combi fuera de la carretera: el sistema de tracción integral Haldex de quinta generación y la carrocería elevada con una mayor altura libre al suelo (+171 milímetros).
Primera toma de contacto
Durante la toma de contacto hemos podido comprobar que el coche puede pasar por lugares más complicados de lo que cabría esperar en un turismo y, por supuesto, infinitamente más que lo que el 99% de usuarios se atrevería a hacer.
Al final, está demostrado que la mayoría de conductores que poseen un SUV apenas salen de la carretera más que para hacer alguna pista forestal, caminos de tierra en buen estado o para rodar en nieve de forma ocasional en los viajes vacacionales. Sin embargo, que quede claro que el Skoda puede dar de sí un escalón más que todo esto. Y lo mejor de todo es que esto no supone una merma en el comportamiento dinámico en carretera, que es realmente bueno.
El nuevo Skoda Scout ha ganado puntos en la capacidad del maletero, que ahora tiene un volumen de 610 litros (+85 l) y en la habitabilidad, ya que ahora hay más espacio longitudinal para las piernas en la fila trasera de asientos. En cualquier caso nada cambia frente a un Octavia Combi, que por dentro es igual en la distribución de su espacio.
Oferta de motores y lanzamiento al mercado
Hay tres posibilidades para elegir: en gasolina, el protagonista es el 1.8 TSI de 180 CV, mientras en el apartado diésel las opciones son los 2.0 TDI de 150 y 184 CV. Una apuesta fuerte, sin duda. El primero destaca por su finura y sus prestaciones, mientras los segundos por su capacidad de empuje unida a unos consumos más contenidos que en el TSI.
Los precios son de 31.840 euros para la versión de gasolina; los diésel cuestan 30.340 y 32.740 euros, respectivamente. Si se suman las campañas y el plan PIVE, el más económico de todos (TDI 150) sitúa su precio de salida en 25.000 euros redondos.
La oferta del nuevo Skoda Scout se abre en septiembre y a finales de octubre o principios de noviembre llegarán las primeras unidades a los concesionarios.