
Ulrich Hackenberg no es aún un nombre muy conocido pero, si su idea para Volkswagen valorada en más de 50.000 millones de euros llega a disfrutar del éxito esperado, este ingeniero alemán podría codearse con la selecta nómina de revolucionarios del automóvil.
Hackenberg, jefe de investigación y desarrollo en la compañía alemana, es el principal valedor de la plataforma MQB, que lleva al extremo el concepto de "coche global" que imprimió Ford a aquel Model T a comienzos del siglo XX. ¿Cómo? Mediante el empleo de un sistema de construcción transversal modular utilizable para la producción de vehículos de los segmentos B, C y D con motor delantero transversal y tracción delantera o integral.
Esta revolucionaria 'megaplataforma', que supone estandarizar con mínimas variaciones la fabricación de distintos modelos de diferentes categorías, y por lo tanto ahorrar costes en el desarrollo de múltiples plataformas diferenciadas, pretende ayudar a Volkswagen a avanzar más rápidamente en su camino hacia el número uno global, que la compañía preveía alcanzar en 2018, y a convertirse en el fabricante de coches más rentable del mundo.
Asunción de riesgos con un gran beneficio potencial
Esta estrategia, no obstante, no está exenta de riesgos ya que, por ejemplo, podría exponer a Volkswagen a la amenaza de una llamada a revisión masiva sin precedentes con que una sola parte, utilizada en millones de vehículos, fallara en su función. Pero no sólo el mayor fabricante europeo está dispuesto a asumir esos riesgos. También otros como Toyota o Ford están trabajando ya en el desarrollo de plataformas modulares del mismo corte, según confiesan ejecutivos de estas compañías. "Estaríamos locos si no lo hiciéramos", admite un alto cargo de la firma del óvalo que prefiere permanecer en el anonimato.
El trabajo en la plataforma MQB comenzó en 2007 y fue implementada durante los cuatro años posteriores con un coste acumulado de unos 50.000 millones de euros, según estima Morgan Stanley. Pero bendita inversión; se calcula que el beneficio potencial es convincente: la proyección de ahorros anuales brutos para 2019, según el citado banco, prevé márgenes brutos de en torno al 10 por ciento.
Volkswagen tiene previsto anunciar un beneficio récord en 2012 de más de 22.000 millones a finales de este mes (22 de febrero), según Bernstein Research, cuyo analista Max Warburton considera que el fabricante germano "parece tener un ímpetu imparable; en China, en EEUU, Europa... y en la mayor parte del resto del mundo".
La mayor revolución de la automoción en los últimos 25 años
Después de una gestación de seis años, Volkswagen ha comenzado a implementar su sofisticada y flexible MQB y modelos como el Audi A3, el Seat León, el Volkswagen Golf o el Skoda Octavia ya han sido ensamblados sobre esta plataforma. Ésta cuenta con un mayor grado de modularidad, flexibilidad y sinergia que cualquiera de Toyota, General Motors o Ford, entre otros competidores. La MQB "podría ser la iniciativa de automoción más importante de los últimos 25 años", considera Michael Robinet, director general de IHS Consulting. "Realmente cambia las reglas del juego".
Volkswagen no se queda atrás en sus ambiciones y una prevé enorme influencia de la plataforma MQB. El plan consiste en aumentar sus ventas globales hasta más de 10 millones, con aproximadamente dos de cada tres coches construidos sobre alguna variante de la plataforma MQB, de acuerdo con IHS Automotive. Ninguno de los competidores de VW tiene la diversidad de marcas, la amplitud de la tecnología, la presencia geográfica global o la capacidad financiera necesaria para aprovechar la ventaja competitiva que ofrece una iniciativa como ésta.
Incluso Toyota, el actual líder de ventas mundial, está tratando de ponerse al día con su rival alemán. "No hay duda de que nos hemos quedado atrás", reconoce un alto ejecutivo dela firma nipona, que pide no ser identificado por lo delicado del asunto. "Ni siquiera hemos empezado a realizar los cambios estructurales fundamentales que Volkswagen tiene" en el diseño y aplicación de las plataformas flexibles de vehículos.
El sentir de los competidores y analistas del sector es que la implantación de la MQB de Volkswagen será, probablemente, tan influyente como revolucionarias innovaciones anteriores de la talla de estandarización de la producción de Ford, la 'escala' de marcas de General Motors o el sistema de producción eficiente de Toyota.