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Llega el mejor VW Golf de la historia

La séptima generación del Golf, uno de los coches de más éxito en el mercado desde que vio la luz en 1974 ya está lista para ser comercializada. Llegará en octubre y será más ligera, más ahorradora, más larga, más ancha y más baja. Tendrá una mayor distancia entre ejes y un diseño que, siendo más dinámico, se reconoce como Golf nada más verlo. Además, contará con nuevos y eficientes motores.

La historia del Golf nace en 1974 con un coche compacto de dos volúmenes y tres puertas diseñado por el mago Giorgio Giugiaro. Sustituto del 'escarabajo' como coche popular, desde entonces hasta ahora, cuando nace su séptima generación, ha vendido más de 29 millones de ejemplares. Del Golf original, que se mantuvo en el mercado entre 1974 y 1983, se vendieron 6,7 millones de unidades; del Golf II, 6,4 millones desde 1983 hasta 1991; del Golf II, 4,9 millones desde 1.991 hasta 1997; del Golf IV, 4,9 millones desde 1997 hasta 2003; del Golf V, 3,2 millones desde 2003 hasta 2008; y del Golf VI, 2,8 millones desde 2008 hasta hoy.

Walter de Silva, responsable máximo de diseño del Grupo Volkswagen justifica que el nuevo Golf recuerde a los seis Golf anteriores por el hecho de que "diseñar un nuevo Golf supone entrar en una problemática sin solución fácil, ya que reside en crear no un Golf, sino el Golf evitando repetirse". Para de Silva, "la diversidad consiste en mantener su aspecto, que siga siendo igual. La identidad estética y la coherencia formal con los Golf precedentes son más importantes que dar al nuevo Golf un aspecto formal inesperado". Así, el lenguaje estético del Golf, marcado por la horizontalidad, se mantiene, pero al partir de la nueva arquitectura de la plataforma MQB se mejora y cambia.

Aunque algunos no lo noten, las diferencias entre el Golf VII y el anterior son muchas. El departamento de diseño de Volkswagen, con De De Silva a la cabeza, ha sabido darle más deportividad y más dinamismo con una carrocería 28 milímetros más baja, una distancia entre ejes 59 milímetros más larga, una longitud total 56 milímetros más larga, unas vías ocho y seis milímetros más anchas y una anchura igualmente mayor (14 milímetros).

Cambios en la VII generación

El frontal es más largo, y cuenta con un capó, con una nervadura nunca vista en un Golf, cinco centímetros más alto de lo normal para proteger a los peatones, lo que condiciona la forma de la silueta. La gráfica de las ventanillas es más larga, mientras que los pasos de ruedas son más bajos y abombados, más prominentes que nunca. El diseño de ese frontal es preciso y reconocible por las líneas horizontales que forman su calandra, presidida por el logotipo de la marca. Los cromados, por otro lado, crean una sensación de más anchura. También el logotipo ?VW? preside una zaga dotada con unos grupos ópticos muy característicos y un parachoques aliado con el portón y que tiene un difusor en su parte inferior.

El acceso de la carga al maletero, cuyo volumen es de 380 litros (30 litros mayor que el del Golf VI), es más cómodo porque el umbral de carga es 17 milímetros inferior. Eso sí, si algo había que mantener en el diseño del Golf VII era el característico montante C, o trasero, de la carrocería, y se ha mantenido aunque con el paralelismo de sus líneas modificado.

En el interior se aprecia que es más coche, como si fuera de mayor categoría por la presentación de sus elementos y por los materiales empleados, hasta cuatro tipos de mullidos revestimientos en las partes superior y frontal del salpicadero y plásticos de calidad pero duros en sus zonas inferiores. Se mantiene la horizontalidad del diseño del salpicadero para subrayar la anchura de la zona, y la consola central mira hacia el conductor de manera que éste se sienta más cómodo al manejar el coche. En este sentido, se sienta ocho milímetros más bajo en el Golf VI y tiene la palanca de cambios dos centímetros más alta.

El habitáculo muestra una estética completamente diferente a la del Golf VI, una estética sencilla sin detalles recargados en una atmósfera presidida por los colores negro y blanco, el color de los grafismos de los relojes del cuadro de instrumentos y de la iluminación interior.

El hecho de que el eje delantero del coche se haya adelantado da lugar a que haya más espacio (1,2 centímetros) para las piernas y las rodillas de los ocupantes de las plazas traseras (más desahogadas que en el Golf VI), que como los de las delanteras se sientan en una posición más baja. Y para esos ocupantes, un prodigio de conectividad y entretenimiento con hasta tres tipos de pantallas, de cinco, 5,5 y ocho pulgadas y diferentes prestaciones. Al respecto, el Discover Pro ofrece un navegador con actualizaciones gratuitas para tres años, DVD, acceso a Internet, entradas para tarjetas SD y un disco duro de 64 gigas.

Apartado mecánico

El Golf VII llevará motores de inyección directa sobrealimentados por turbo. Motores nuevos o renovados en los que se han logrado ahorros de consumo de combustible de un 14% y de emisiones de CO2 de un 13,8%. La oferta inicial se compondrá de dos motores TSI de gasolina y de dos diésel. La básica de gasolina, de 85 CV de potencia, acredita un consumo mixto de 4,9 litros (0,6 litros menos que el motor precedente) y unas emisiones de 113 g/km de CO2, mientras la de 140 CV, con sistema ACT de desactivación de cilindros, se conforma con 4,8 litros (un 23% menos que el motor TSI de 122 CV) y 112 g/km de CO2.

En diésel cuenta con dos propulsores TDI de 105 y 150 CV. El primero consume 3,8 litros y emite 99 g/km de CO2, mientras que el segundo necesita 4,1 litros de gasóleo cada 100 kilómetros y emite 106 g/km de CO2. Posteriormente llegará la versión Bluemotion, con 3,2 litros de consumo y 85 g/km de CO2. Dependiendo de los motores, las transmisiones disponibles serán, además de las manuales, las manuales automatizadas de doble embrague DSG de seis y siete velocidades.

Más ligero

Una de las premisas fundamentales en el desarrollo del Golf VII fue aligerarlo respecto al Golf VI, y el resultado ha sido reducir su peso en 100 kilos para dejarlo inferior incluso al que tenía el Golf IV. Y eso sin utilizar materiales ligeros como el aluminio y la fibra de carbono, sino solamente jugando con varios tipos de acero, en los grosores necesarios en cada zona del coche: aceros de ultra alta resistencia, aceros conformados en caliente a una temperatura de 950 grados para luego darles forma y en tan solo 5,5 segundos reducir la temperatura a 180 grados. De esa manera se logran aceros seis veces más rígidos que un acero normal. Aceros empleados en zonas criticas del coche, ocho en concreto, con los montantes B (más estrechos que en el Golf VI) como protagonistas para dar la mayor rigidez al lateral de la carrocería, rigidez que tiene mucho que ver con un nuevo tipo de soldadura, en zigzag, para soldar mejor dos piezas de acero entre sí.

En total, el chasis es 23 kilos más ligero, el empleo de nuevos aceros y solo donde son necesarios suponen otros 11 kilos. Y hasta los 100 kilos mencionados hay que contar con ahorros de tres kilos en cableado, 22 kilos en motores, 26 en trenes de rodaje, 12 en equipamiento, etcétera.

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