Un dicho muy popular reza que si algo funciona, no lo cambies. Sabias palabras, pero no ciertas del todo, porque cuando lo que haces no es cambiar, sino complementar, matas una bandada de pájaros de un solo tiro. Y justo esto es lo que le ocurre al Honda CR-V, uno de los mejores todocaminos que han aparecido en nuestro mercado en los últimos años, como así atestiguan sus ventas y la valoración de sus compradores.
Y, por ello, la firma japonesa, en consonancia con estos duros tiempos que vivimos, ha decidido lanzar una versión diésel más contenida tanto en motor (1.600 centímetros cúbicos), como en potencia (120 caballos), tracción (solo delantera) y no digamos ya en precio (a partir de 21.900 euros, promociones incluidas).
El motor del Honda CR-V 1.6 i-DTEC no es nuevo. Es el que ya lleva unos meses demostrando sus cualidades en el Civic. Adaptado al todocamino de la firma japonesa, el resultado, al menos a priori, no puede ser mejor, pues el CR-V 1.6 dispone de un par motor de 300 Nm a 2.000 revoluciones, para alcanzar una velocidad máxima de 182 km/h y una aceleración 0-100 km/h de 11,2 segundos. Y no digamos ya del consumo, con nada menos que 4,5 litros a los 100 kilómetros en ciclo combinado, con unas emisiones de 119 gramos de CO2 por kilómetro, solo uno por debajo de la frontera mágica que ahorra a su comprador el impuesto de circulación.
Y es que este propulsor pertenece a la serie Earth Dreams Technology, que incorpora otra serie de funciones, como el sistema de parada y arranque automático; la función ECO Assist, que mediante un código de colores en el velocímetro se informa al piloto del nivel de eficiencia ?verde? de su conducción; el botón ECON, que incide directamente sobre la presión en el acelerador para evitar fugas de fuerza innecesaria; todo ello para ayudar a conseguir esas buenas cifras en consumo y emisiones.
Agilidad pensada para la ciudad
¿Resultado? Un CR-V destinado en un noventa y cinco por ciento al asfalto, superficie donde cumple con holgura, alcanzando el máximo par bien pronto, momento en el que entra en un 'valle' de entrega de fuerza, por lo que no es necesario en ningún momento 'hurgar' en el acelerador para hallar la marcha correcta. Se nota la reducción de hasta 116 kilos de que disfruta el 1.6 con respecto a su hermano mayor 2.2, ligereza que se ha obtenido al efectuar ciertas modificaciones en su chasis, especialmente debido a que solo monta la transmisión 4x2, y que dota al nuevo CR-V de una agilidad fuera de toda duda. Una agilidad que le permite moverse como pez en el agua por calles incluso muy estrechas, a pesar de su tamaño.
No está previsto un cambio automático para esta motorización, ni una tracción total, ya que en Honda quieren establecer diferencias notables entre el 1.6 manual, diésel y tracción delantera con el propulsor tope de gama, un 2.2 con tracción total.
Por lo que respecta a la seguridad, solo basta decir que el CR-V tiene las cinco estrellas Euro NCAP de rigor. En cuanto al equipamiento, el CR-V dispone de tres niveles (Comfort, Elegance y Lifestyle), los cuales marcan la horquilla de precios, que arranca desde los 26.600 euros (21.900 euros con promociones) hasta los 32.300 euros (27.800 con promociones). Este nuevo CR-V se pone a la venta en el mes de noviembre.