
El coche autónomo, de nuevo en entredicho tras el atropello que ocasionó la muerte de una mujer en Estados Unidos el pasado domingo, marca el rumbo de la industria hacia la implantación de una tecnología que sigue desarrollándose sin cesar.
Seat ha sido la última en dejar entrever que podría entrometerse en esta carrera tras anunciar el lanzamiento en 2020 de su primer coche eléctrico con capacidad de conducción autónoma, "al menos", de nivel 2. De esta forma, deja un resquicio a un hipotético grado más alto de robotización para sus vehículos en un corto periodo de tiempo.
Por su parte, Waymo ha desvelado cómo funciona su conducción autónoma a fin de convencer a los más escépticos de las posibilidades de esta tecnología, mientras el MIT les enseña a circular con niebla. Esos son solo algunos de los progresos más recientes desvelados por las entidades, pero ¿qué niveles de conducción autónoma existen y dónde está la industria actualmente?
Niveles de conducción autónoma
En 2014, la Sociedad de Ingenieros de la Automoción (SAE), encargada de regular y estandarizar la movilidad en ingeniería aeroespacial y automoción, estableció por primera vez una clasificación con seis niveles de conducción autónoma en función de las capacidades de los vehículos. Posteriormente la actualizó en 2016, dando lugar al SAE J3016 que recoge los diferentes escalafones:
-Nivel 0: todas las acciones son realizadas en su totalidad por el conductor. Se trata de coches que cuentan únicamente con dispositivos de alerta, ya sean luminosos o sonoros.
-Nivel 1: se introduce un primer grado de automatización. El automóvil puede tomar el control del volante o de los pedales, pero no de los dos a la vez. Los coches con controles de velocidad adaptativos y asistentes de mantenimiento de carril quedarían encasillados en esta categoría.
-Nivel 2: el coche, en determinados escenarios, puede controlar tanto los pedales como la dirección. En cualquier caso, el conductor sigue siendo el único responsable de la conducción y debe permanecer atento a la carretera en todo momento. A este escalafón corresponden coches que ya están en el mercado como el Mercedes Clase E y el BMW Serie 7. Los modelos capaces de aparcar de forma completamente autónoma también se encuadran aquí.
-Nivel 3: un vehículo de este nivel asume las tareas de manejo en determinadas condiciones gracias a la motorización del entorno 360º, pero el conductor tiene que estar dispuesto en todo momento para retomar el control cuando el sistema lo solicite. El coche, mientras conduce con el dispositivo activado, puede tomar decisiones como cuándo cambiar de carril, así como responder a los incidentes que pudiesen ocurrir en el trayecto. Todo ello, con el respaldo del humano.
-Nivel 4: en este grado de automatización ya no es necesaria la supervisión de un humano. El coche es capaz de circular por sí solo en un gran número de escenarios y, en caso de detectar algún contratiempo, está capacitado para detenerse progresivamente en el arcén. Actualmente, no hay coches en el mercado con este nivel de automatización.
-Nivel 5: el conductor y los pasajeros se desentienden de la conducción. De hecho, fabricantes como Ford y General Motors ya han anunciado que sus coches futuros prescindirán de volante y pedales. Asimismo, BMW mostró en el Mobile World Congress 2018 el funcionamiento de un i3 dotado de esta tecnología. No obstante, para que sea viable la llegada al mercado de este tipo de coches se antoja esencial, además de un cambio en la legislación de tráfico, lograr la conectividad vehículo a vehículo (V2V) y vehículo a infraestructura (V2I), un objetivo cuya demora depende en gran medida del tiempo que tarde en implementarse el sistema de comunicación 5G.