
Volkswagen continúa avanzando para solucionar el problemas de las reclamaciones legales en Estados Unidos relacionadas con el escándalo de las emisiones, no obstante, aún existe un frente difícil de abordar : ¿qué hacer con los cientos de miles de coches diésel trucados que se ha visto obligado a recomprar?
Cabe recordar que Volkswagen acordó el año pasado recomprar unos 500.000 modelos diésel que manipuló para que superaran las pruebas de emisiones de Estados Unidos si no encuentra una manera de repararlos. Con la excepción de los 67.000 modelos de 2015 que la EPA autorizó a revender, los distribuidores de VW no pueden comercializar los coches hasta que alcance un acuerdo con los legisladores.
Entretanto, la compañía está transportando de forma masiva los vehículos a aparcamientos desérticos, como por ejemplo, un estadio abandonado de la NFL en las afueras de Detroit, el puerto de Baltimore, y una base de la Fuerza Aérea desmantelada en California.
"Esto podría prolongarse por mucho tiempo", dijo Dave Sullivan, analista de la consultoría AutoPacific. "La pregunta es cuánto tiempo le llevará a VW decir 'me rindo", explica.
Volkswagen vendió medio millón de vehículos diésel con un software incorporado que manipulaba las emisiones durante las pruebas de laboratorio gubernamentales, pero que estaban inactivos durante la conducción real, cuando las emisiones de óxido de nitrógeno se disparaban hasta por 40% por encima de los límites legales. En Europa, sin embargo, el número de coches afectados supera los 8,5 millones.
Por el momento, seis ejecutivos de Volkswagen han sido acusados y la compañía ha destinado 22.500 millones de euros para cubrir los gastos derivados del 'dieselgate', de los cuales más de 10.000 millones de dólares fueron a la recompra de vehículos en Estados Unidos. Asimismo, se prevé una segunda recompra de unos 20.000 vehículos diésel de 3 litros en los próximos meses -ya acordado-, y posteriormente otros 60.000. En caso de que no llegue a un acuerdo con las autoridades, los costes podrían dispararse sensiblemente.
Reparaciones lentas
Son alrededor de 15.000 propietarios de VW afectados los que acuden semanalmente a diversos concesionarios de la forma para vender sus modelos -Jetta, Golf, Passat, Beetle y Audi A3- con el objetivo de lograr hasta 40.000 dólares por unidad. El acuerdo estipula que los automóviles no pueden volver a circular a menos que se los repare de conformidad a la normativa ambiental, algo que es casi inviable para la mayoría de ellos. Además, la opción de exportarlos a países con normas de emisiones más bajas está prohibido.
En total, alrededor de 288.000 dueños habían optado por una recompra hasta el 18 de febrero, de los cuales 138.000 se han materializado. Por su parte, otros 52.000 propietarios han dicho que quieren conservar sus coches y esperan ya una reparación.
En cualquier casi, los reguladores están revisando las propuestas de reparación de la empresa, pero el único remedio aprobado se aplica a los 67.000 modelos diésel de 2015 mencionados que la compañía volverá a comercializar. Estos están equipados con la última tecnología de motores diésel de VW y serán reparados en dos fases: una actualización de software disponible ahora y una actualización de hardware cuando las piezas estén disponibles a principios del próximo año.
Unos plazos que dejan entrever que las reparaciones para la totalidad de los clientes que lo demanden se demorará en el tiempo de forma incalculable.