
BMW ofrecerá una versión eléctrica de todos los modelos con los que cuente para 2020. Así lo ha asegurado Harald Krüger, consejero delegado de la firma de la hélice, quien ha defendido que este hecho es totalmente compatible con una experiencia de conducción agradable.
En declaraciones a Car and Driver, el cabeza visible del grupo germano ha explicado que las prestaciones de los modelos que surjan de la submarca 'iPerformance' conservarán "el placer de conducir" al que alude de forma constante la marca para identificarse.
De hecho, las innovaciones en este ámbito van a ser constantes puesto que, una se haya logrado ecologizar los diferentes modelos de la marca, en 2025 llegarán las mecánicas de propulsión con pila de combustible. No obstante, la firma prevé que entre los híbridos, híbridos enchufables y eléctricos no lleguen copar más del 20% de las ventas totales para mediados de la próxima década. Desde el nacimiento de la marca 'i' en 2013 hasta la actualidad, la firma ha vendido en torno a 100.000 unidades.
Paralelamente, Klaus Fröhlich, jefe de desarrollo de BMW, planea introducir la conducción autónoma en sus coches porque "no es divertido conducir con tráfico denso. No es divertido estar en una zona densa y tratar de encontrar estacionamiento", afirma. Sin embargo, BMW no quiere perder a sus fieles amantes de la conducción por lo que "estas capacidades autónomas serán una opción a elegir por el conductor".
Entre los modelos que ha anunciado BMW para encabezar su ofensiva eléctrica se encuentran un Mini y un X3 -para 2019 y 2020, respectivamente-, además de un BMW i8 Roadster que llegará en 2018. Tal y como dijo la propia compañía recientemente, se da así el pistoletazo de salida a la "fase 2" de su plan para los coches eléctricos.