
BMW ha iniciado la segunda fase de su plan de electrificación de vehículos e integración de la conducción autónoma mediante la apertura de un centro de pruebas para los coches autoconducidos en Alemania y el desarrollo de nuevas plataformas flexibles para coches eléctricos, híbridos enchufables, e híbridos.
De esta forma, según informa Automotive News, Harald Krueger, CEO de la firma alemana, da por inaugurada una nueva fase que toma el relevo de la primera parte, la creación y lanzamiento de la submarca 'i' para los coches eléctricos.
Tras los tres años que han pasado desde su creación, BMW ha conseguido poner en el mercado dos modelos, el i3 y el i8. Precisamente el primero de ellos ha experimentado recientemente una mejora con la que alargará su autonomía hasta los 300 kilómetros.
La firma de la hélice vendió en 2015 2,25 millones de vehículos, una cifra nada baladí que pretenden ir aumentando con una mayor representación de los vehículos híbrido y eléctricos respecto del total. El objetivo es vender 100.000 coches de estas características 2017 y que estos representen entre un 15% y 25% de las ventas totales en 2025.
BMW ha vendido más de 60.000 i3 puros desde su lanzamiento, en noviembre de 2013, y más de 10.000 i8 100% eléctrico, a lo que hay que sumar las 30.000 unidades híbridas.
No obstante, el fabricante alemán prevé ampliar de forma inminente su oferta de modelos eco e incluirá un mini totalmente eléctrico en 2019, y un año después hará lo propio con su SUV compacto, el X3. Por otra parte, en 2021 lanzará su primer coche autónomo, que previsiblemente será también cero emisiones.