
Los paneles solares están llamados a ser una fuente de energía primordial en el futuro inmediato. Un negocio en auge en el que está focalizando todos sus esfuerzos el grupo empresarial Colas, una filial de Bouygues especializada en construcción de carreteras, mediante la instalación de paneles solares en las carreteras.
El objetivo que se han fijado para 2018 es llenar las carreteras de prácticamente todo el mundo -planean llegar a Asia, África, América y Europa- de módulos solares conocidos como Wattway. Están hechos con material de gran resistencia, con apenas medio centímetro de espesor y pueden ser pegados sobre el pavimento de la carretera a fin de aprovechar la energía solar para generar electricidad limpia y renovable.
Fabricado con silicio cristalino, un material con el que la empresa Colas lleva trabajando desde el inicio del desarrollo del producto (año 2009) y que es altamente resistente al peso de los vehículos, tal y como informa Bloomberg. Su cableado eléctrico va integrado en el asfalto y la superficie está fabricada con vidrio antideslizante.
Persiguiendo el objetivo de lanzarlo al mercado en 2018, actualmente esta tecnología está siendo probada en más de 100 lugares de todo el mundo, aunque entre estos hay uno que destaca por encima del resto por su dimensión: el de la localidad francesa de Tourouvre, en Normandía. Se trata de una instalación beta de 2.800 metros cuadrados de paneles solares que se prevé generen picos de energía de hasta 280 kWh, lo suficiente como para proporcionar energía a una ciudad de 5.000 habitantes. La electricidad generada por este tramo de carretera solar se empleará directamente en la red, en la carga de vehículos eléctricos, y para alimentar una pequeña planta de producción de hidrógeno.
El porqué de la inmensa extensión que planea Colas responde, más allá del valor de la energía solar para el futuro, al enorme abaratamiento que han experimentado estos sistemas en los últimos años. Tan solo en el periodo comrpendido entre 2010 y 2015, el precio de los módulos solares ha caído un 67% mientras que los sistemas fotovoltaicos lo han hecho en un 57%. En la actualidad, el proceso de supervisión y posterior instalación del sistema oscila entre los 2.000 y 2.500 euros.
Como consecuencia, este método de producción de energía está siendo probado en diferentes superficies, desde ventanas de edificios hasta los techos de los coches y de los hogares. Tesla es un claro ejemplo de ello en Estados Unidos. La firma de Pal Alto se está asentando en el país norteamericano como una compañía de referencia en este ámbito después de rubricar la compra de SolarCity y presentar sus innovadores paneles solares con forma de tejas convencionales para los hogares. Asimismo, podría estar barajando la opción de incorporar al anhelado Model 3 que comenzará a producirse el año que viene un techo solar para extender su autonomía.