
Samsung ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con la empresa estadounidense Harman, especializada en tecnologías de conectividad de automóviles, para adquirirla en su totalidad por 8.000 millones de dólares (7.420 millones de euros). Se trata de la mayor compra de Samsung en su historia.
La empresa surcoreana pagará, según el acuerdo, 112 dólares (104 euros) por cada acción de Harman International Industries, según especificó en un comunicado.
Con esta operación Samsung busca obtener "una presencia significativa en el grande y rápidamente creciente mercado de las tecnologías conectadas, en especial de la electrónica automotriz, que se espera que supere los 100.000 millones de dólares (92.800 millones de euros) en 2025", según el comunicado.
Samsung lleva tiempo tratando de adentrarse de lleno en el sector de la automoción. Sin ir más lejos, según informa Bloomberg, este mismo año intentó la adquisición de Fiat Chrysler aunque las negociaciones no terminaron de llegar a buen puerto tras la crisis que sufrió la entidad coreana con el Samsung Galaxy Note 7. Samsung, que se adentró en la industria automovilística con la participación accionarial que adquirió del fabricante de automóviles chino BYD, ahora gozará de mucha más presencia con la compra de Harman.
Se trata de la empresa número uno a nivel mundial en soluciones de conectividad para automóviles y provee a más de 30 millones de automóviles de las grandes marcas diversos servicios, desde sistemas de navegación y entretenimiento hasta telemática y seguridad. Actualmente, el sector automovilístico supone el 65% del total de sus ventas. Asimismo, es conocida desde sus inicios por ser la matriz de la prestigiosa compañía de audio y electrónica JBL.
Samsung aseguró que la operación "creará significativas oportunidades de crecimiento" gracias a la experiencia de la firma estadounidense en la tecnología del automóvil y la de la surcoreana en soluciones móviles y semiconductores.
La operación de Samsung se observa como un intento de la firma de diversificar su negocio, altamente dependiente hasta ahora de la telefonía móvil y en menor medida de los semiconductores y las pantallas. La empresa surcoreana, de hecho, sufrió un fuerte revés en sus ventas y beneficios del tercer trimestre del año debido al fiasco del teléfono inteligente Galaxy Note 7, que tuvo que ser retirado del mercado el mes pasado tras varios casos de incendio.