
La autoridad de Competencia y Mercados italiana ha sancionado a Volkswagen con cinco millones de euros por el escándalo de los motores trucados.
El organismo ha tomado esta decisión después de considerar que la firma alemana había desarrollado una "práctica comercial incorrecta", según informaron medios locales y posteriormente confirmó el propio constructor.
Concretamente, la práctica desarrollada por la empresa alemana a la que se refiere la autoridad italiana tiene que ver con los vehículos diésel vendidos en el mercado italiano desde el 2009, "cuya homologación se obtuvo a través de la utilización de un software capaz de alterar artificialmente el comportamiento del vehículo durante las pruebas de las emisiones contaminantes". Tras conocer la noticia, la empresa alemana ha presentado un recurso ante los tribunales italianos.
El escándalo Volkswagen fue destapado el pasado septiembre, cuando las autoridades estadounidenses revelaron que miles de vehículos diésel del grupo alemán tenían en el motor un software que producía una desviación notable en los datos de emisiones entre los resultados de las pruebas y del uso real en carretera.
La noticia se conoce una semana después de que Baviera (Alemania) anunciase que emprenderá acciones legales contra la entidad después de la gran pérdida que ha sufrido el valor de las acciones de la firma (más de un 40%) desde que saltase el escándalo en septiembre de 2015, convirtiéndose así en el primer estado federado alemán en demandar a Volkswagen. A este se suman los Estados de Brunswich (Baja Sajonia), que ha admitido una demanda colectiva de los accionistas de Volkswagen, y Hesse, quien también ha informado de que llevará a los tribunales el caso.