
FCA (Fiat Chrysler Automobiles) recompensará a los hackers que averigüen errores en el sistema informático del fabricante de vehículos italoamericano y, además, se lo notifiquen.
En una coyuntura en la que los coches conectados se han convertido en el blanco de los piratas informáticos, las marcas andan con pies de plomo para evitar que la amenaza en la que se han convertido los hackers dentro de este ámbito les acabe pasando factura.
Por ello, Fiat Chrysler ha optado por tratar de minimizar los riesgos optando por, en vez de luchar contra el enemigo, aliarse con él: pagará entre 150 y 1.500 dólares a los hackers que descubran un fallo de ciberseguridad en sus vehículos y adviertan a la firma a fin de que lo puedan subsanar rápidamente.
Para llevarlo a cabo, FCA ha decido recurrir a la empresa con sede en San Francisco Bugcrowd, dedicada a proporcionar programas de recompensas de errores para retribuir a los piratas informáticos que deseen trabajar con empresas u otro tipo de organizaciones para descubrir fallos. Esta entidad presta ya servicios a marcas como Tesla después de que el año pasado investigadores de ciberseguridad revelasen que habían encontrado una forma de llegar a detener un Tesla Model S saboteando su sistema de entretenimiento. El fabricante californiano recompensa con entre 100 y 10.000 dólares a quien descubra un fallo en su sistema y se lo notifique.
Asimismo cabe recordar que FCA ya comprobó por cuenta propia la temible capacidad que pueden tener los hackers cuando, en julio del año pasado, Charlie Miller y Chris Valasek, expertos en seguridad informática, demostraron que se podía tomar el control de un Jeep Cherokee de forma remota. Las medidas no tardaron en llegar: FCA actualizó a las pocas semanas dicho software.