
El consorcio automovilístico alemán Volkswagen contratará una empresa de auditoría externa que se encargue de revisar las pruebas de las emisiones de vehículos, que también pasarán a incorporar nuevos procesos de medición en condiciones reales de utilización.
Así lo indicó el presidente de la compañía, Matthias Müller, en el marco de la junta anual de accionistas, donde señaló que esta decisión está en línea con la necesidad de que la industria de la automoción sea más transparente, valiente y abierta a la hora de tratar las emisiones en condiciones reales de uso.
"Hemos decidido que los test de emisiones de nuestra compañía serán, como regla general, evaluados de forma externa por terceros independientes en el futuro. Los test aleatorios en condiciones reales del comportamiento de los vehículos también serán introducidos", añadió.
En este sentido, señaló que la corporación introducirá de forma sistemática las medidas identificadas a través de la auditoría interna que ha llevado a cabo y afirmó que los departamentos están analizando sus procesos para optimizar sus actuaciones. Además, apuntó que muchos puntos de dicha auditoría se transmitirán a la firma Jones Day para contribuir a identificar a los responsables del caso del diésel.
Campaña de revisión
La compañía añadió que recientemente ha recibido la aprobación por parte de la autoridad alemana KBA para iniciar la reparación de cerca de un millón de vehículos adicionales, en su mayoría del modelo Golf, con el motor TDI de 2.0 litros afectado por el caso del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
Con esta nueva oleada, la empresa ya ha recibido luz verde para reparar 3,7 millones de unidades de los modelos Tiguan, Passat, todas las variantes del Golf y Caddy (Volkswagen), Exeo (Seat), Superb (Skoda) y A3, A4 o Q5 (Audi).
"Esperamos que la campaña de revisión coja realmente velocidad ahora. Decenas de miles de propietarios de vehículos serán informados en las próximas semanas y se les solicitará que acudan a sus concesionarios", añadió.
Müller indicó que el principal objetivo de la compañía es recuperar la confianza y la credibilidad, aunque señaló que esto no significa que hayan enterrado sus ambiciones y aseguró que no se lo pondrán fácil a los competidores, para lo que lanzarán 60 nuevos modelos en todo el grupo en 2016.
Además, el presidente de Volkswagen resaltó que su compañía está llevando a cabo programas de reducción gastos, de forma que se centrarán en los aspectos prioritarios, aunque confirmó que cumplirá con la responsabilidad social con sus trabajadores.
Digitalización
Por otro lado, el directivo explicó que su empresa, en el marco del plan estratégico para 2025, realizará la mayor transformación de su historia, de forma que se convertirá no sólo en un fabricante de vehículos, sino también en un proveedor de servicios de movilidad.
Así, afirmó que la corporación realizará inversiones de "miles de millones de euros" en los próximos años en el desarrollo de nuevas tecnologías de conducción autónoma, en la introducción en nuevas áreas de negocio, como los servicios de movilidad, y en la electrificación de su gama.
La multinacional prevé lanzar 30 nuevos modelos eléctricos al mercado hasta 2025, con unas ventas previstas en dicho período de entre dos y tres millones de unidades al año, con una cuota de mercado de aproximadamente el 25%.
Müller explicó que para dicho año dos tercios de los modelos que lance al mercado contarán con motor de combustión, una tecnología que todavía tiene mucho recorrido, mientras que el tercio restante corresponderá a modelos electrificados.
Además, aseguró que su compañía desarrollará una nueva tecnología de conducción autónoma que se lanzará al mercado a principios de la próxima década, mientras que también trabajará en crear en su propia compañía las baterías para los coches eléctricos. La empresa también reorganizará su negocio de componentes.
Finalmente, explicó que, como parte de sus esfuerzos por aumentar la compatibilidad de los modelos diésel y gasolina, la compañía equipará desde junio del año que viene sus motores TSI y TFSI de gasolina con filtro de partículas. Los primeros modelos serán los Volkswagen Tiguan y Audi A5 con el propulsor TSI de 1.4 litros.