
Las empresas de paquetería están probando con vehículos eléctricos para reducir la contaminación de las furgonetas que reparten los artículos comprados por internet. El organismo del transporte de la capital británica está impulsando la transición de vehículos diésel a eléctricos mediante la financiación de Gnewt Cargo, que opera la mayor flota de vehículos eléctricos para reparto. La compañía de transporte DX Group es propietaria de una parte de Gnewt, la cual cuenta con clientes como TNT Express y Hermes Parcelnet.
Con la entrega de unos 20.000 paquetes diarios por las calles de Londres con vehículos libres de emisiones, Gnewt lleva un poco de aire fresco a la mayor ciudad de Europa. El Gobierno ha dicho que los niveles de contaminación en Londres probablemente excedan los límites de la Unión Europea hasta al menos 2030, un problema que -según estimaciones del colegio de médicos Royal College of Physicians- provoca la muerte prematura de unas 40.000 personas al año.
Londres prevé un incremento del 20% del tráfico de furgonetas en los próximos 15 años en compras por internet. Las furgonetas de Gnewt, que también utiliza almacenes centralizados para tener un menor número de trayectos, son una posible solución para reducir la contaminación y el tráfico generado por las compras online.
"Los clientes me envían todo el cargo por la noche, nosotros lo organizamos aquí y recorremos el último kilómetro en la ciudad con cero emisiones", dijo Sam Clarke, fundador de Gnewt Cargo en una entrevista.
Google y Amazon, en busca de soluciones
Londres no es la única que está buscando soluciones al aumento de la contaminación por las compras online -y los costes financieros y medioambientales del último tramo de trayecto en el reparto de paquetes, hasta llegar a manos de consumidores-. Amazon.com, Wal-Mart Stores y Google están realizando pruebas con drones aéreos y las empresas emergentes Starship Technologies en el Reino Unido y Dispatch Robotics en Estados Unidos están probando la entrega con robots.
En Noruega, el servicio postal estatal Posten Norge ha comprado 450 furgonetas con motores alternativos desde 2011, entre ellos Kangoo ZE de Renault, Electric de Peugeot y e-NV200 de Nissan Motor. Los vehículos eléctricos para reparto también han llamado la atención de Alibaba Group Holding, que acapara más de la mitad del mercado de entregas online en China y está trabajando con el fabricante de vehículos eléctricos Kandi Tecnologies Group para impulsar el uso de la tecnología.
"Los atascos y la contaminación ambiental están arrinconando a los vehículos de gasolina", dijo el presidente de Kandi, Hu Xiaoming, en una entrevista. "El desarrollo de tecnología de datos nos está dando una oportunidad enorme que facilita el uso de coches eléctricos".
El apetito de compras online también está creciendo por el uso de internet en los países emergentes. En China, las compras online podrían alcanzar una facturación de 7,5 billones de yuanes (1,16 billón de dólares) para 2018, según iResearch Consulting Group.
Londres volcado con el medio ambiente
La contaminación también se está convirtiendo en un tema político. Londres quiere ser una incubadora de soluciones como la que ofrece Gnewt, cuyo nombre hace referencia a 'Nuevo transporte verde' en inglés. Sadiq Khan, que ganó las elecciones a la alcaldía de Londres la semana pasada, dijo que el aire sucio es "el desafío medioambiental más urgente" y prometió la designación de una zona de emisiones ultra bajas en la ciudad, que limitaría el tráfico de vehículos pesados y la expansión de una red de vehículos eléctricos.
Cabe destacar que en Londres la congestión procedente de vehículos de reparto aumentó un 3,4% entre 2008 y 2014, superando los niveles fijados por la Unión Europea. Más del 60% de las furgonetas de reparto circulan a un 25% de su capacidad de almacenaje, según el organismo de transporte local Transport for London, la autoridad que gestiona el trasporte en las calles y redes de metros y trenes.
Hermes Parcelnet consiguió reducir la cifra de millas que cubrió en un año en un 80% utilizando los servicios de Gnewt Cargo, con lo que logró una reducción de emisiones de dióxido de nitrógeno por paquete del 71% y de dióxido de carbono del 67%, según un estudio de Westminster Unviersity para Gnewt Cargo.
"Son ahorros enormes, y está demostrando al resto de Londres que se puede conseguir", dijo Clarke. "No existe ninguna razón por la que estas cifras no pudieran replicarse a gran escala", culminó.