
La Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico por Carretera de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha abierto una investigación en relación con los recientes incendios registrados en hasta tres unidades del eléctrico Model S de Tesla.
Según el informe de la investigación, la descripción del problema detectado en estos vehículos se debe a la deformación e intrusión en la batería del vehículo de partículas o restos de la calzada, que pueden ocasionar una reacción térmica y hasta un incendio.
La NHTSA indicó que su Oficina de Investigación de Defectos está al tanto de dos incidentes ocurridos en las carreteras estadounidenses en los que se produjo un incendio del automóvil por el impacto de escombros en la batería.
La organización indicó que el vehículo emitió avisos visuales y de sonido para alertar al conductor, lo que sirvió para poder detener el coche y salir del automóvil antes de que este componente empezara a arder y a emitir humo.
A raíz de estos incidentes, la NHTSA ha abierto esta evaluación preliminar para examinar los potenciales riesgos asociados con la versión de este año del Model S de Tesla.