
Mercedes-Benz ha tenido que lidiar durante muchos años con el estigma de su tradición como "coche de padre"... Hasta ahora. El mayor atractivo reside en lo joven y en lo deportivo, pero nadie en la marca alemana lo vio tan claro como Gorden Wagener, quien hace seis años, a sus 39, se convirtiera en el jefe de diseño más joven de una marca automovilística importante.
Desde que Wagener cogiera el timón, tomando el relevo de Peter Pfeiffer tras cuarenta años de servicio, el diseño de Mercedes ha experimentado un evidente cambio de rumbo en la proyección de la imagen de los nuevos y renovados modelos lanzados al mercado en los últimos tres años.
El primer gran signo del rejuvenecimiento de la gama de Mercedes-Benz llegaba con la renovación de la Clase C, que anticipaba unas líneas más agresivas que sacrificaban la elegancia y el confort propios de la marca para ampliar el espectro de su mercado con compradores más jóvenes que buscan un mayor atractivo desde la deportividad y que, por regla general, preferían optar por modelos de BMW o Audi.
A la Clase C le siguieron sendas renovaciones de la Clase B y la Clase A. Especialmente atractiva está resultando esta última, que dejó atrás su diseño de monovolumen urbano para pasar a competir de tú a tú en el segmento C con consolidados rivales como el BMW Serie 1 y el Audi A3, buscando también un público más joven.
Y la última gran revolución dentro de Mercedes-Benz la está protagonizando el flamante CLA, un coupé de cuatro puertas, montado sobre la plataforma del mismo Clase A, que pone el foco en los potenciales compradores que buscan la máxima deportividad dentro de los coches pequeños; las ventas de éstos se han disparado para la marca un 68% sólo entre enero y septiembre de este año, en una estrategia que Mercedes también seguirá en el segmento de los todocaminos urbanos con el inminente GLA.
La influencia de Wagener trasciende al área de diseño
Wagener es el máximo responsable de este golpe de timón que tanto bien aseguran está procurando a la marca del grupo Daimler y a quien todos en el fabricante de Stuttgart atribuyen la influencia máxima en lo rompedor de los nuevos diseños. "Probablemente tiene un mayor peso ante la junta directiva que cualquier otro jefe de diseño anterior", manifiesta un compañero al que el Wall Street Journal cita de manera anónima.
Tanto es así que Wagener mantiene un contacto directo con el máximo responsable de Daimler, Dieter Zetsche, con quien puede reunirse hasta tres veces por semana para discutir la estrategia de diseño. "Algunas veces tienes que frenarlo", reconoce Joachim Schmidt, hasta hace unos meses jefe de ventas de Mercedes-Benz. Pero es mejor eso que "alguien a quien tengamos que presionar. "Yo confío en él".