
La industria del automóvil deberá acometer más cierres de fábricas y recortes de empleo en Europa ante la lenta recuperación de la demanda, mermada por las altas tasas de desempleo y la escasez de crédito en la región, tal y como escenificaron en la jornada de ayer en el Salón del Automóvil de Frankfurt los líderes de las grandes firmas productoras.
Cuando parecía las que la economía estaba estabilizándose en el continente, las recientes caídas de ventas de coches en cuatro de los cinco grandes mercados -sólo Reino Unido resiste con 18 meses consecutivos de crecimiento-, ha vuelto a llamar la atención sobre la lenta recuperación del sector. La prioridad, pues, sigue siendo adaptar la capacidad de producción al venido a menos volumen de demanda.
El presidente de Volkswagen calcula que aún es necesario el cierre de diez plantas automovilísticas en Europa, si bien aclara que su compañía no requiere tal esfuerzo, toda vez que su mayor crecimiento en otras regiones como China o EEUU neutraliza el descenso en el Viejo Continente. "Europa debe ser vista aún con escepticismo", declaraba ayer Winterkorn.
Por su parte, Philippe Varin, consejero delegado de Peugeot, la compañía francesa que el año pasado se vio obligada a prescindir de más de 8.000 trabajadores y a recibir una inyección a modo de rescate de 7.000 millones de euros, advierte de que habrá más recortes dentro de la empresa. "Esa es exactamente el debate que estamos teniendo", confiesa, aunque adelanta que, en cualquier caso, hablará con las organizaciones sindicales antes de tomar una decisión al respecto.
Tampoco el lujo escapa a la crisis europea
También la progresiva diversificación de mercados a la que hace referencia Winterkorn está ayudando a capear la crisis a fabricantes de alta gama como Daimler o BMW, que gracias al creciente poder adquisitivo de países en expansión como China, Rusia o Brasil están incluso viendo aumentar sus ventas y beneficios. "Veremos una continuidad de nuestra constante mejora de la rentabilidad", destaca Dieter Zetsche, máximo responsable de Daimler.
Norbert Reithofer, jefe de BMW, es tajante al respecto del continente europeo: "En este momento el mayor problema es Europa. No vemos luz al final del túnel", apunta Reithofer advirtiendo de que cualquier signo de mejora en la región no llegará hasta, al menos, la segunda mitad de 2014.