
Si un mercado representa mejor que ningún otro la volatilidad del sector del automóvil a nivel global, ese es el de Estados Unidos. Allí, el segmento premium, otrora dominado por Lexus durante once años consecutivos, es ahora uno de los más competitivos del mundo: después de que 2011 lo acabara dominando BMW, este año puede ser Mercedes-Benz, perteneciente a Daimler, la marca que se aúpe al número 1, gracias precisamente a Audi, el tercero en discordia.
Si el año pasado BMW y Mercedes-Benz llegaron muy ajustados al final de la carrera de las ventas de coches de lujo en aquel país -apenas les separaron 2.715 unidades-, parece que 2012 no va a ser muy diferente: hasta septiembre, la marca de la estrella aventaja a su máximo rival en 5.221 entregas acumuladas en lo que va de ejercicio.
Pero al hablar de "máximo rival" cabe hacer una aclaración: efectivamente lo es, por tradición y por ser quien más probabilidades tiene de arrebatarle el trono mundial de coches premium, que por ahora, y aunque este año con más dificultades que ningún otro durante los siete anteriores, aún mantiene BMW. Sin embargo, muchos analistas y expertos en el sector atribuyen, cada vez con más frecuencia, una competencia más directa con Audi, cuyo exponencial crecimiento en los últimos años, sobre todo en mercados con gran potencial como el chino, está repercutiendo considerablemente sobre las ventas de la firma de Múnich.
"Si hubiera que culpar a alguien por el estancamiento de BMW yo apuntaría definitivamente a Audi", señala el analista de Edmunds.com Ivan Dury, aduciendo que es la marca que más "duramente" compite con la deportividad de sus coches. Y, efectivamente, sus datos así refrendan su valoración cualitativa: en torno a un 27% de los compradores de modelos de BMW habían considerado también la opción de hacerse con un Audi, por el 16% que se planteó la posibilidad de adquirir un Mercedes-Benz.
Audi, el tercero en discordia... ¿Por cuánto tiempo?
Con unas ventas creciendo al 18% hasta 100.694 unidades en lo que va de 2012, Audi va poco a poco metiéndose en la carrera por liderar el segmento de coches de lujo en Estados Unidos, tal y como destaca Rebecca Lindland, otra analista del sector, de IHS Automotive. La marca de los cuatro aros está al alza y la propia firma tiene esto en cuenta en el planteamiento de sus objetivos a medio plazo: la filial premium del Grupo Volkswagen se ha propuesto llegar a 200.000 unidades para 2020.
El consejero delegado de Audi en EEUU, Scott Keogh, asegura que, con el lanzamiento en 2014 de su nuevo A3 con carrocería sedán y, sobre todo, del nuevo Q3 (la batalla de coches de alta gama se decide en el segmento de los todocaminos), la marca alemana "va a ver un ascenso muy grande en su negocio"; tanto que incluso barajan cifras de ventas cercanas a las 170.000 unidades llegado el momento.
De este modo, pese a que, por ejemplo, BMW ha adelantado su objetivo de 200.000 unidades a 2016, cabe plantear un escenario en el que Audi se meta de lleno en una competitiva pugna junto a Mercedes-Benz y en la cual Lexus, que lideró durante once años hasta 2005, parece haberse descolgado ligeramente.