
Que el Gran Premio de Gran Bretaña del próximo fin de semana será clave para el devenir del Mundial no es un secreto para nadie. Con los difusores soplados fuera de la competición y la regulación del mapa de motor, los máximos rivales de Sebastian Vettel (Red Bull) deben hacerse fuertes en Silverstone si quieren mantener intactas sus aspiraciones de ganar el campeonato.
Las sensaciones en Ferrari y McLaren, sin embargo, son contradictorias. Por un lado, las regulaciones de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) dan alas al optimismo de estos equipos: la prohibición de los difusores y de cambiar el mapa de motor de la calificación a la carrera, puntos fuertes del RB7 hasta ahora, sugieren que el nivel de Red Bull podría igualarse al de las escuderías que le persiguen. Por otro, existen antecedentes en los que se esperaba un acercamiento al líder que han acabado en duras decepciones.
La diferencia entre Red Bull y el resto no es la de principios de año
Pero la obligacion de estos equipos es creer, más si cabe cuando las últimas carreras han dejado razones para la esperanza. Ya en el último GP de Europa, donde ganó Vettel y Fernando Alonso (Ferrari) quedó segundo, con la prohibición del cambio de la configuración del motor y los difusores limitados, se constató que la distancia entre Red Bull y el resto se había reducido considerablemente. Por ello, es previsible que la ausencia total de los escapes soplados terminen haciendo que esta diferencia llegue a ser aún menor.
De hecho, el máximo asesor de Red Bull, Helmut Marko, reconoció la semana pasada que su equipo podría perder hasta medio segundo por vuelta sin el difusor. Sólo falta disipar la duda de si se trata de un hecho contrastado o de un 'farol' más de los muchos que en la escudería 'energética' ha lanzado esta temporada y que ha acabado frustrando a todos sus rivales.
Además, con una única configuración del motor para la calificación y la carrera, en Red Bull deberán elegir en qué parte centrarse, por lo que es previsible que el rendimiento del RB7 difiera del de las últimas carreras.
Red Bull, por tanto, afronta ahora el reto de continuar siendo el mejor equipo sobre la pista a pesar de las restricciones impuestas. Pero ni McLaren, ni mucho menos Ferrari se lo van a poner fácil a Vettel y a Mark Webber.
Ferrari podría ser la principal beneficiada tras los cambios
En Maranello, saben que ésta puede ser, de una vez por todas, la última oportunidad de agarrarse al título. "En Silverstone entenderemos dónde estamos en términos de competitividad", ha llegado a afirmar Alonso recientemente.
Muchas voces, de hecho, apuntan a que Ferrari es el que más beneficiado saldrá del cambio de normativa. Tanto Marko como Hamilton han señalado que los de Maranello tienen las de ganar tras las restricciones. "Ferrari va por buen camino, no he escuchado que se quejaran de las nuevas normas, aunque el resto sí que lo hayan hecho", sospecha el piloto de McLaren. "Favorece a Ferrari", ha sentenciado Marko.
Incluso, Adrian Newey, ingeniero jefe de Red Bull, se ha atrevido a señalar a Ferrari como responsable de los cambios impulsados por la FIA. "Es fácil caer en maquiavélicas teorías conspiratorias", "Ferrari probablemente no ha podido hacer trabajar sus escapes de la forma correcta, así que estarán felices de volver atrás", ha afirmado Newey insinuando la responsabilidad de la escudería roja.
Prudencia: la aerodinámica cuenta
Sin embargo, los equipos aspirantes (también McLaren) se muestran cautos en lo que al circuito de Silverstone se refiere. A diferencia de las tres últimas pistas, se trata de un trazado con una alta exigencia de aerodinámica, factor en el que también Red Bull es superior al resto. Por ello, no sería extraño que, aun con todas las restricciones de la FIA dirigidas a neutralizar la insultante ventaja del 'toro rojo', Red Bull continúe siendo el mejor equipo de la parrilla.
En cualquier caso, desde Ferrari saben que es un todo o nada en Gran Bretaña, por lo que deberían hacer gala de esa condición de favoritos que se le ha impuesto para dar el golpe en la mesa definitivo que les acerque a la lucha por el Mundial.