La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) quiere acabar con la superioridad de Red Bull a toda costa. O, al menos, eso es lo que se desprende de la nueva medida que ha impuesto de cara al próximo Gran Premio de Valencia: la configuración del motor deberá ser idéntica en clasificación y en carrera.
A tan sólo un Gran Premio de que se prohíba el uso del difusor soplado -la prohibición se hará efectiva en el GP de Gran Bretaña, que se disputará en Silverstone el próximo 10 de julio-, la FIA ha decidido dar un paso más en la igualación del nivel de competición: el máximo organismo regulador de la Fórmula 1 ha dictado que, al menos al comienzo de la carrera, deberá usarse la configuración de motor desarrollada en la calificación, según ha recogido el portal caranddriverthef1.com.
De esta forma, trataría de evitarse que la escudería líder del Mundial, Red Bull, se aproveche de una excelente configuración del motor durante la tanda clasificatoria, factor que explicaría la insultante superioridad de la escudería del 'toro rojo'. De este modo, una configuración pensada especialmente para la clasificación sería prácticamente inviable para la carrera, dado que factores como el consumo o el rendimiento del motor no serían tan fiables como si se preparara un mapa de motor diferenciado.
Si a esta medida se le suma la prohibición de los escapes soplados, que tan buenos resultados le está dando a este equipo por encima de todos los demás, el resultado es una evidente estrategia dirigida directamente a neutralizar el monopolio de Red Bull.
Por todo ello, la clasificación del GP de Europa de este fin de semana será clave para entender cuál es el nivel de Red Bull frente a sus principales competidores y servirá a éstos para valorar en qué grado es alcanzable el nivel de la escudería 'energética'.
Efectos del no al difusor
