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Elecciones rector/a UNED, Victoria Marrero: "Se han aplicado recortes indiscriminados sin considerar los objetivos de la universidad y sus servicios básicos"

Carmen Victoria Marrero se incorporó a esta universidad como profesora colaboradora con 23 años, fue titular cuatro años después y catedrática en 2011. Ha sido Coordinadora de Grado, Vicedecana, Directora del Centro de Idiomas, Coordinadora del Grupo de Investigación Actualing y representante actual de catedráticos en Consejo de Gobierno, entre otras.

La primera vuelta a las elecciones a rector de la UNED se efectuará mediante voto electrónico entre los días 14 y 21 de marzo y, si se requiere segunda vuelta, será entre el 3 y el 6 de marzo. La proclamación del rector tendrá lugar el 24 de marzo y, si hubiera segunda vuelta, el 20 abril, tras la publicación de su nombramiento en el BOE.

El censo electoral cuenta con 168.632 votantes entre estudiantes, profesores, tutores y personal de administración y servicios, según ha informado esta universidad en un comunicado.

Firma: Elisa Senra

¿Por qué ha decidido presentarse a las elecciones?

Por una parte, la preocupación sobre la necesidad de adaptarnos a los cambios sociales y tecnológicos para garantizar el futuro de esta universidad. Pero sobre todo el convencimiento de defender un proyecto de renovación viable y realista, resultado de un análisis colectivo de varios años, y la voluntad de llevarlo a cabo contando con la participación de todas las personas que formamos la UNED.

¿Cuáles son las primeras iniciativas que emprenderá si gana?

Hemos leído en El Economista que otros candidatos insisten en que lo primero es negociar con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte el incremento de la aportación pública a nuestro presupuesto. Nosotros proponemos algo muy diferente. En los primeros seis meses tendremos que elaborar y aprobar en la UNED un plan de actualización, indicando las nuevas funciones que debe cumplir una universidad a distancia en el contexto social actual. Una vez dado ese paso presentaremos al Ministerio la propuesta de cambio y renovación de la UNED, para solicitar su apoyo y formular a partir de ahí nuestras necesidades de financiación, de elevar nuestro techo de plantilla y de ofrecer nuevos servicios a nuestros estudiantes.

En lo que depende exclusivamente del rectorado, mis primeras iniciativas irán dirigidas a mejorar la información y la atención a los estudiantes, facilitar las condiciones de trabajo de los docentes, reconocer la actividad universitaria de los profesores tutores y revisar la relación de puestos de trabajo para acomodar mejor al personal de administración de servicios de esta universidad.

¿Qué le diferencia del resto de candidatos/s?

La primera respuesta, evidente, es que soy mujer. Esta universidad está orgullosa de haber tenido a la primera rectora de España y de ser la única que ya ha tenido dos. También la edad me diferencia del resto de candidatos, soy la más joven y espero que me quede aún mucho tiempo en la UNED. Y quizás por ello veo muy claro que para garantizar su futuro es imprescindible mejorar nuestra capacidad de adaptación a los cambios sociales y tecnológicos. Hay otras diferencias individuales: no pertenezco a ningún partido político ni sindicato y no he sido vicerrectora en equipos anteriores. Pero sobre todo, me diferencia el proyecto de renovación que proponemos para la universidad y la voluntad de llevarlo a cabo contando con la participación de todas las personas que formamos la UNED.

¿Con qué apoyos cuenta?

Soy la representante del proyecto de un grupo de profesores, estudiantes, personal de administración y servicios y profesores tutores que venimos trabajando desde hace bastante tiempo para renovar el modelo educativo y la organización de la UNED. Hace cuatro años, en las elecciones anteriores, ya intentamos trasladar a la universidad esta necesidad de cambio; tuvimos un buen resultado entre algunos sectores, pero se nos tachó de utópicos y de estar diseñando una universidad digital futurista. Esta vez todas las candidaturas coinciden en que la UNED debe acelerar su transformación digital: ahora ya coincidimos en el qué, pero nos sigue diferenciando el cómo. Por lo tanto, y en resumen, contamos con el apoyo de un sector firmemente partidario de la renovación de la UNED, tanto entre el profesorado como entre los estudiantes y el personal de administración.

¿Cómo son las cuentas de la universidad? ¿Qué medidas proponen?

Hemos pasado momentos difíciles y seguramente algunos nos quedan por pasar porque en los últimos años se han consumido los remanentes que habían quedado de otros ejercicios, hemos gastado los ahorros y no se han generado nuevos ingresos, a pesar de la constante insistencia al gobierno para que se mejore nuestra financiación. Mi propuesta es revisar a fondo el presupuesto, no seguir repitiendo el mismo esquema y el mismo tipo de gastos, sino analizar inversiones, cada uno de los capítulos del presupuesto y reestructurar los gastos. En la UNED se han aplicado recortes indiscriminados sin considerar los objetivos de la universidad y sus servicios básicos. Por ejemplo se ha preferido mantener algunos servicios obsoletos antes que apoyar decididamente la actividad investigadora, cuyo presupuesto llegó a reducirse a cero. Propongo comenzar en 2018 con un presupuesto de un millón de euros para un plan de apoyo a la investigación, suprimiendo algunos gastos, como los relacionados con tecnología desactualizada. Para conseguir hacer más con menos es imprescindible tener muy claros los objetivos y no arrastrar inercias año tras año.

¿La UNED tiene más personal de administración y servicios del que debería?

No. Si consideramos el número de estudiantes a los que atendemos, tendríamos que multiplicar al menos por dos nuestro personal de administración. Pero a los criterios cuantitativos se suman los cualitativos: entre las tareas que desempeña nuestro personal de administración y servicios, además de las habituales en otras universidades, hay que sumar su participación en el diseño y elaboración de nuestros materiales didácticos, la gestión de nuestras tecnologías específicas y las actividades dirigidas a reducir el abandono de nuestros estudiantes, entre otras.

¿Qué pasará con FUNED?

Las fundaciones son una pieza más de la estructura universitaria. Prescindir de este instrumento es privar a la UNED de una herramienta de la que sí disponen las demás universidades. Por eso defendemos que la FUNED, con la debida coordinación y control por parte de la universidad, desempeñe su papel como conexión entre la universidad y la empresa, fomentando la empleabilidad de los estudiantes, la formación permanente y a lo largo de la vida, la proyección internacional y la divulgación de las actividades académicas y de investigación. Con independencia de su carácter público o privado, la FUNED debe acompañar activamente a la UNED en su proceso de transformación, mejora y servicio a la sociedad.

¿Alguna iniciativa para atraer talento extranjero?

El sistema universitario español tiene dificultad, en general, para atraer talento; los recortes de la inversión pública y la rigidez de los sistemas de contratación lo hacen muy difícil. Muestra de ello han sido los casos de investigadores extranjeros contratados en algunos campus internacionales de excelencia, que posteriormente se han visto sin la plaza en España y sin la que dejaron en su país. Nuestro plan propio de investigación, que ya hemos comentado, tendrá entre sus objetivos atraer talento joven, tanto nacional como internacional. Hemos analizado los programas ICREA del sistema de investigación catalán o Ikerbasque, del Gobierno Vasco, que sí han sido experiencias exitosas, y plantearemos al Ministerio algunas líneas de actuación en este sentido.

¿Qué medidas implementará para reducir la tasa de abandono de la UNED, superior a la media de las universidades españolas?

El abandono en las universidades a distancia es siempre mayor al de la universidad presencial. Pero no podemos darnos por satisfechos con esta argumentación, sino tomar medidas activas para reducirlo. Nuestra universidad sigue siendo la más atractiva como enseñanza a distancia y online, cada año se nos matriculan 45.000 estudiantes nuevos pero una parte importante de ellos no continúa con nosotros tras el primer año y, como hemos insistido ante el Consejo de Gobierno de la universidad, para luchar contra ello no basta con crear una comisión de estudio. Tenemos que tomar medidas estructurales inmediatas. En nuestra propuesta estas comienzan antes de la matrícula, mejorando la información sobre qué dedicación será necesaria para abordar estudios superiores, y continúan durante todo el curso, atendiendo tanto a los estudiantes que no llegan a incorporarse a las actividades docentes de las asignaturas como a quienes abandonan tras los primeros meses. Para llevar a cabo estas medidas será necesario contar con el personal de administración de los centros asociados, el de la sede central, con los profesores tutores y con los equipos docentes de las asignaturas. En definitiva, se trata de implicar a toda la estructura de la UNED en el objetivo de retener a nuestros estudiantes.

¿Qué tipo de alumnos tienen? (perfil)

Es muy típico de la enseñanza a distancia tener unos estudiantes de mayor edad, aunque en los últimos años estamos recibiendo estudiantes más jóvenes, posiblemente fruto de la crisis económica y del retorno al estudio que se ha producido entre las generaciones del boom inmobiliario que habían abandonado sus estudios. También es muy característico de la UNED un estudiante que está empleado, a veces incluso que ya tiene un grado y que quiere ampliar su formación, atender a otros intereses intelectuales e incluso que quiere satisfacer su curiosidad intelectual. Tenemos también más de la mitad de los estudiantes de nuestro país que tienen algún tipo de discapacidad y estudian en la universidad. Y no quiero olvidarme de nuestros estudiantes en centros penitenciarios, en Guinea, en países de Europa y de América en los que atendemos a buen número de emigrantes españoles y de personas interesadas en la cultura y el conocimiento producido en español. Todo esto produce un perfil de estudiante muy rico, variado y sumamente interesante, que debemos conocer mucho mejor en los próximos años.

¿Qué medidas propone en temas de investigación?

Nuestro plan de investigación se dedicará particularmente a la contratación de investigadores jóvenes, al fortalecimiento de unidades de apoyo a la gestión de la investigación, a prestar atención específica a grupos de investigación, apoyando la difusión de la ciencia y el conocimiento, e incrementando los recursos para la investigación (revistas, bases de datos, mantenimiento de grandes equipos).

Por otro lado, propongo aplicar en la UNED la reducción de carga docente para los profesores que cumplan las condiciones del RD 14/2012 dirigidas a favorecer la investigación en la universidad, lo mismo que a los profesores no funcionarios que cumplan criterios de excelencia similares.

¿Cuál es su opinión en relación al 3+2?

Es un asunto que ha sido muy debatido en la universidad española y no se ha llegado a una posición unánime. En la práctica, en la relación grados y másteres vamos a convivir con 3+2 y 4+1 y está servida la diversidad y la competencia entre universidades. En mi opinión, analizando las propuestas de universidades extranjeras de prestigio, la opción 3+2 podría ser muy sensata en buena parte de nuestra oferta de estudios. En el análisis de esta alternativa intervienen elementos muy variados, desde sus repercusiones económicas (los precios de los másteres en relación con los de los grados) hasta intereses gremiales de diverso tipo. En cualquier caso, defendemos el acuerdo con el conjunto de las universidades españolas como la vía adecuada para coordinar una posible transición al 3+2, y el consenso dentro de nuestra propia comunidad universitaria para adecuar nuestra oferta formativa.

¿Cree que la UNED es transparente?

Yo creo que no lo suficiente, pero no se trata solo de mi opinión, sino de nuestros resultados en los análisis de transparencia de las universidades españolas. Este es un objetivo en el que no hemos alcanzado resultados suficientes. Necesitamos mejorar en el acceso a los datos, la información económica y presupuestaria, la actividad de los equipos de gobierno, sus reuniones y agenda. Le pongo un ejemplo concreto: la emisión en abierto, para toda la sociedad, de las reuniones de la Junta de Gobierno como hacen ya otras universidades. Pero además hay que ser transparentes en los procesos, en todo tipo de contratación, en la selección de personal, en el nombramiento de cargos como el del gerente, en el diseño de propuestas? En definitiva, facilitar la participación y la intervención efectiva en las decisiones por parte de la comunidad universitaria.

Si no pasa a la segunda vuelta, ¿a quién votará?

Tal como va discurriendo la campaña electoral los datos que vamos recogiendo son muy favorables y apuntan a que no tendremos que plantearnos esa hipótesis. Pero en todo caso, lo que he hecho siempre es analizar las propuestas de los candidatos, y votar en consecuencia, no atendiendo a quién apoya o deja de apoyar un grupo u otro. Esa es mi propuesta para la primera vuelta, la segunda y cualquier votación.

¿Por qué nuestras universidades españolas no están entre las primeras en los rankings internacionales? ¿Qué deberíamos cambiar? ¿Cómo nuestras universidades pueden ser más competitivas?

Sobre los rankings hay mucho que hablar, no bastan unas pocas palabras. Pero no en todos los rankings sale mal la universidad española, si nos fijamos en los científicos más citados del mundo, o en los rankings según especialidades, la foto no es tan negativa. Y sobre todo, si comparamos la inversión realizada con la posición relativa, los resultados son más que aceptables, tenemos una presencia en la producción científica mundial que está bastante por encima de lo que nos corresponde por nuestro nivel de inversión en investigación. No se nos puede pedir que mejore nuestra presencia internacional, mientras se reduce drásticamente la inversión y siguen sin impulsarse reformas significativas en las universidades y organismos públicos de investigación. También es necesaria una mayor implicación de los sectores empresariales en el desarrollo y la aplicación en el mercado de los resultados de la investigación. En el nivel interno es fundamental, y a ello vamos a dedicar recursos, el tener unos buenos servicios de apoyo a los investigadores para que puedan participar en proyectos de investigación internacionales sin asumir la mayor parte de las tareas de gestión que conllevan, y facilitar las actividades de transferencia de los resultados de la investigación.

¿Cuáles son los retos de futuro de la universidad española?

Se ha comentado mucho por grupos de expertos que el problema principal de la universidad es su gobernanza. En mi opinión, ese es un problema importante pero no el principal. El envejecimiento de nuestras plantillas, la reducción drástica de la financiación, el incremento de la burocracia y las trabas administrativas a la autonomía universitaria son nuestros lastres principales. Necesitamos inversión, pero también mejorar nuestra capacidad de adaptación a un nuevo tipo de sociedad del conocimiento, con nuevas demandas formativas y de acreditación. La cooperación entre universidades es, en mi opinión, una condición necesaria para afrontar los retos del presente, para mantener la universidad como espacio de libertad, investigación y creatividad, contrarrestando la simple competitividad por superviviencia del más fuerte, limitada a los rankings, que terminaría por quebrar los procesos de producción de conocimiento como bien público. Nuestro compromiso es contribuir desde la UNED a la expansión del servicio público de una educación superior adaptada a las nuevas necesidades de la sociedad, y procuraré que mi universidad sea una pieza activa en esa cooperación interuniversitaria.

A su criterio, ¿cuáles son las tendencias en el mercado laboral?

El problema principal que debemos afrontar desde la universidad no es el de responder a la foto fija de la situación del mercado laboral y sus tendencias más o menos inmediatas. Nuestra tarea principal no consiste en producir mano de obra para un mercado laboral estático sino en ser capaces de formar personas suficientemente cualificadas y versátiles, con capacidades para adaptarse a una situación cambiante en la que las formas tradicionales de trabajo están en crisis y en plena transformación. Al mismo tiempo deberíamos tener una oferta de formación permanente atractiva y ágil en su respuesta a la demanda de nuevas capacidades y conocimiento.

¿Continúa la crisis en la universidad?

Las nociones de crisis, tensión y crítica son consustanciales a la institución universitaria. Necesitamos potenciar las capacidades de investigación e innovación que se apliquen a nuestra propia organización. En todo el mundo se discute ahora sobre el futuro de la educación superior, precisamente cuando más se necesita conocimiento en la organización de las sociedades, en las formas de producción de bienes y servicios, en el conjunto del sistema productivo.

¿Qué medidas debería iniciar el Ministerio de Educación para con las universidades?

Desde luego este es un tema central para la UNED ya que es la única Universidad dependiente directamente del Ministerio de Educación, aparte de la Menéndez Pelayo que tiene un ámbito concreto de actuación. Por supuesto que es imprescindible mejorar la financiación de las universidades, ampliar el número y dotación de las becas y ayudas al estudio, pero además, estimular la cooperación entre ellas, promoviendo el uso eficaz y compartido de nuestros recursos y la colaboración en la internacionalización del sistema universitario. Más importante que cambiar una ley tras otra, o fórmulas como el conocido contrato programa, son los acuerdos que no limiten la autonomía universitaria y que se acompañen de un necesario rendimiento de cuentas ante la sociedad apoyado en una plena transparencia de la gestión y uso de los fondos públicos. En suma, contar con un marco legislativo estable, que incluya un rendimiento de cuentas transparente, y confiar en el trabajo de nuestras universidades.

Datos adicionales:

Formación: Licenciada en Filología Hispánica y doctora en Lingüística Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid.

Trayectoria Profesional: Catedrática en la UNED y profesora invitada en las universidades de Girona, Salamanca, UIMP (en colaboración con el CSIC), entre otras.

Aficiones: Es aficionada a la literatura, el cine y la danza contemporánea, y como contrapunto a la vida urbana colabora con el huerto urbano de su barrio.

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