
Cada universidad deberá diseñar, disponer, y ejecutar un plan de digitalización. Ésta es una de las conclusiones que se desprende del informe de Crue Universidades Españolas TIC 360º - Tendencias TIC 2017: Transformación Digital en la Universidad. Además, los rectores apuntan en este informe que se precisa un cambio profundo tanto en la cultura como en su liderazgo, que deben evolucionar de los conceptos de beneficio/gasto a la visión/propósito, de la jerarquía a las redes de colaboración, del control a la confianza y el empoderamiento, de la planificación sistémica a la experimentación y la aceptación del error como parte del proceso de aprendizaje, y de la opacidad a la transparencia.
La Declaración de Salamanca aprobada durante el IV Encuentro Internacional de Rectores Universia también aludía a esta cuestión, pues abogaban por "ofertas formativas híbridas y programas de capacitación y actualización en el lugar de trabajo, en el marco de una formación adaptada a las necesidades del estudiante que se extiende a lo largo de la vida", y las "nuevas titulaciones, en especial aquellas relacionadas con las ciencias computacionales, la inteligencia artificial, la ciencia de datos y la tecnología".
Alfonso Jiménez, socio director de PeopleMatters, asegura que a las universidades "les queda un largo camino por recorrer, tanto en el ámbito de sus procesos administrativos, como en los procesos educativos". Uno de los retos que tienen por delante es "intentar digitalizar todos sus procesos, desde los más administrativos hasta los puramente académicos para generar una buena experiencia a todos sus stakeholders".
Por su parte, Nacho de Pinedo, consejero delegado de Isdi, indica que "los intentos que muchas instituciones están haciendo por adaptarse a los nuevos tiempos son tardíos, cosméticos e insuficientes. En muchos casos, se intenta parchear el problema implantando tecnología en las aulas o complementando la formación presencial con Moocs con altísimas tasas de abandono... Pero la realidad es que se mantienen las metodologías y las estructuras docentes del pasado. No vamos a poder resolver los problemas del siglo XX con las herramientas del siglo XIX. Hay que pasar a modelos Problem based learning (PBL), en los que los profesores plantean problemas, pero los alumnos identifican lo que necesitan saber para resolverlos y aprenden a base de prueba y error, con profesores como facilitadores de la búsqueda de una solución que a priori ni siquiera está definida. Y todo este proceso ocurre mayoritariamente fuera del aula (flipped classroom)".
Casilda Güell, directora académica del Área de Dirección General de OBS Business School, coincide en que "la mayoría de universidades no están suficientemente digitalizadas y no se están transformando al ritmo necesario".
Reto de integración
El Informe de la Crue destaca también que el principal reto es la integración de las TI en el órgano de decisión a fin de conocer y participar de la estrategia, para asegurar el desarrollo adecuado del proceso de transformación digital.
El catedrático de Economía Financiera de la Universidad CEU San Pablo, Ricardo Palomo, añade que "hay cada vez más docentes que utilizan innovaciones como apps para hacer cuestionarios participativos en clase, recursos audiovisuales y una creciente gama de opciones. También, los alumnos se han modernizado y cada vez es más común, que el ordenador portátil sea para ellos una herramienta cotidiana". "Se necesita avanzar en la incorporación de sistemas desburocratizados de la mano de novedades como blockchain".
Javier Roglá, consejero delegado de Universia, asegura que "Universia, como facilitador de una red de más de 1.200 universidades, es un socio perfecto para acompañar estos procesos de transformación y evolución digital de las universidades". Según las conclusiones del encuentro de rectores, "digitalizar los procesos internos, incluidos los de aprendizaje, mantener una actitud de constante evolución, investigar y facilitar el debate y la reflexión sobre los impactos de la digitalización..." son los retos que tienen las universidades.
Leire Nuere Salgado, directora de Global Campus Nebrija, añade que además "se requiere de formación en competencias digitales y en pedagogía digital".
Pascual Parada, director de Estrategia y Desarrollo de IEBS, indica que "la digitalización de las universidades españolas la podríamos entender desde dos enfoques diferentes. Por un lado, desde la visión de la gestión administrativa, de forma general, tanto universidades privadas como públicas sí que existe una digitalización eficiente y suficiente. Por ejemplo, disponen de campus virtuales de apoyo a la docencia, así como sistemas privados a modo de intranet para la gestión básica administrativa tanto del personal docente investigador como del personal de apoyo. Otro enfoque distinto sería la digitalización de su oferta académica. En este caso, se podría decir de forma general que los programas del tipo Grado no están debidamente actualizados al contexto digital y no tienen en consideración nuevas tecnologías emergentes o nuevas metodologías de trabajo. En los títulos propios sí que hay una mayor actualización digital de los contenidos, pero en los programas de Grado es necesaria una actualización de contenidos de forma general".
Salvador Medina, consejero delegado y cofundador de Valhalla, indica que "blockchain para validación de títulos, la universidad centrada en el dato, CRM para relacionarse con nuevos y antiguos alumnos, o inteligencia artificial aplicada a los procesos de gestión serán un denominador común".
Las públicas...
La universidad pública también ha opiniado a este respecto. La Univesidad Politécnica de Madrid indica que "hay tres frentes que van unidos. Por un lado, está el despliegue de infraestructuras y medios técnicos necesarios y adecuados en cada nivel de la institución. Esto implica a las redes de comunicación, el equipamiento informático, los equipos audiovisuales e, incluso, los espacios físicos. Otro sería la creación de nuevas unidades, o adecuación de los servicios existentes, para las nuevas formas de trabajo y los nuevos canales de relación dentro la comunidad universitaria. Y unido a lo anterior, y quizá lo más importante, la formación de todo el personal, tanto PAS como PDI, para obtener el máximo beneficio de las ventajas que pueden aportar las TICs al propósito de la Universidad y no caer en el uso sin criterio de tecnologías que realmente no aportan un valor añadido a la Institución".
Francesc Esteve, comisionado de la rectora para a la coordinación del gabinete de rectorado e impulso digital, asegura que "las universidades en general y las españolas en particular son pioneras en el uso de Internet. No es necesario recordar la historia de Internet en España. En la actualidad gran parte de la docencia universitaria utiliza intensamente la tecnología: los materiales ya son digitales en su mayor parte (y en muchos casos libres), hay conexión a Internet en prácticamente todos los lugares de los campus, la investigación, por su parte, usa de múltiples formas la red y las bibliotecas universitarias disponen cada vez de más recursos digitales. En algunas universidades presenciales hay docencia que es 100% online y otras semipresencial o "blended", con sesiones presenciales y trabajo tutorizado online. Algunas universidades, como la Universitat Jaume I, cuentan además con unidades organizativas y planes estratégicos para profundizar no solo en la digitalización de procesos administrativos, sino también en la formación de sus estudiantes, en prepararlos para un presente y un futuro digitales. Ese es nuestro reto. Todos los y las estudiantes deben desarrollar su competencia digital durante sus estudios universitarios, más allá de las habilidades mecánicas de uso de la tecnología. Es decir, deben comprender las implicaciones y consecuencias de la revolución tecnológica en sus respectivos ámbitos de especialización y saber actuar como profesionales responsables y preparados del siglo XXI".