Los Ministerios de Hacienda del G20 han pedido a la OCDE que desarrolle un plan de acción para tratar los problemas de la erosión de la base imponible y el traslado de beneficios de un modo coordinado y completo. Específicamente, este Plan de acción debería proporcionar a los países instrumentos nacionales e internacionales que alineen mejor la potestad impositiva con las actividades económicas.
Se estima que la Unión Europea pierde un billón de euros de ingresos públicos al año debido al fraude y la elusión fiscales. La brecha tributaria ha alcanzado una magnitud alarmante y representa un coste anual de aproximadamente 2.000 euros por ciudadano europeo. El promedio de ingresos tributarios que pierde Europa hoy en día supera el importe total que los Estados miembros gastan en sanidad y equivale a más de cuatro veces el importe destinado a la educación en la UE.
Coordinación transfronteriza
El fraude y la elusión fiscales representan un problema grave y pluridimensional, que exige un planteamiento coordinado a nivel nacional, de la UE e internacional. Dado que los Estados miembros conservan sus competencias en materia fiscal, es importante que estos tomen medidas a nivel nacional.
No obstante, teniendo en cuenta la globalización actual de la economía y la naturaleza transfronteriza del fraude y la elusión fiscales, así como el afán de los Estados miembros por mantener su competitividad, las medidas unilaterales a nivel nacional no bastan, por sí solas, para lograr el efecto deseado. Por tanto, todos los esfuerzos deben ir dirigidos a establecer una estrategia fiscal común europea, concreta y cohesionada, que todos los Estados miembros adopten y pongan en práctica.