Esta es la primer pregunta que se desprende ante la situación del euro, que desde el martes de la semana pasada, cuando amenazaba una vez más la cota psicológica del 1,50 dólares, no ha hecho otra cosa que caer, llegando hoy a la zona de 1,44.
La siguiente pregunta que se desprende es: ¿por qué? En primer lugar, son los datos macroeconómicos, que desde hace un tiempo vienen mostrando signos de ralentización, haciendo evidente que los problemas que afectan a Estados Unidos se vienen contagiando en Europa y provocando un cambio en el discurso del Banco Central Europeo (BCE).
Una bajada de tipos más cerca
La semana pasada Ives Mersch, miembro del Consejo de Gobierno del BCE, fue el primero en mostrar mayores preocupaciones por el crecimiento que por la inflación. "Hay factores que mitigan los riesgos inflacionistas" y "habrá una moderación del crecimiento en Europa" decía Mersch el miércoles pasado.
Hoy, otro de los miembros del consejo, Nout Wellink, dijo que el crecimiento en el Viejo Continente podría ralentizarse más de lo previsto y que estaría más cerca de 1,50% que de 2,50% en 2008. Así, la idea de un recorte de tipos en la Eurozona ronda cada vez con más fuerza por la cabeza de los inversores y el euro sufre las consecuencias. De esta forma, la moneda única viene cayendo contra la mayoría de las divisas del mercado y literalmente desplomándose frente al yen.
El euro (EURUSD) se negocia con bajadas y en torno a los 1,4485 dólares por euro. Dada la toma de beneficios que viene experimentando, la tendencia es bajista en el corto plazo. Dado que el primer soporte de 1,4500 ya ha sido quebrado, los operadores van ahora por los siguientes en 1,4367 (mínimo del 24 de diciembre) y 1,4077.
En caso que la tendencia se revierta, los operadores prestarán atención a las resistencias en 1,4995 (máximo del 18 de enero), 1,4859 (máximo del 16 de enero) y 1.4922 (máximo del 15 de enero).
El dólar se recupera
Del otro lado del Atlántico, el dólar hace lo opuesto y se recupera ante el resto de las monedas, excepto contra el yen. En primer lugar, el anuncio del viernes del presidente Bush, de lanzar un plan fiscal que ayude a la economía norteamericana, trae ciertas expectativas que Estados Unidos se puede recuperar, aunque la reacción en las bolsas fue opuesta.
Dicha reacción, que se vio reflejada en fuertes caídas en Wall Street, Asía y Europa, incrementa la aversión al riesgo y alimenta al yen, y también al dólar. A pesar que el origen de esta situación son los Estados Unidos, muchos inversores repatrían sus capitales y buscan refugio en el billete verde.
El dólar comienza así bien la semana, con los mercados en Estados Unidos cerrados hoy por el día de Martin Luther King y con pocas referencias macro de relevancia de aquí al viernes, por lo que no habrá que esperar malas noticias desde Norteamérica. Ahora resta conocer que hará la Fed la semana que viene.