Presidente de la patronal que agrupa a los productores de energías renovables (APPA), José María González Vélez es uno de los referentes en el sector dentro de nuestro país. Lleva años dedicado a la generación de energía a partir de fuentes limpias y en los últimos tiempos se ha centrado en asegurar el futuro del sector en España, defendiendo ante Industria el mantenimiento de las primas para la solar fotovoltaica, una de las tecnologías que más tiempo le ocupa y partir de la cual ha levantado su propia empresa: Solynova.
¿Cuál es la situación en este momento de la energía solar fotovoltaica en nuestro país?
A día de hoy lo que hay son las tinieblas, a partir del 29 de septiembre éste es el panorama que se presenta y esto también afecta a la financiación de los bancos. Hay proyectos muy buenos encima de la mesa, pero por ahora no se atreven a apostar por ellos. En estos momentos, se da la situación de que yo, y como yo el resto del sector, me juego en sólo 10 megavatios hasta 70 millones de euros, y esto no es ninguna broma.
¿Qué responsabilidad ha tenido Industria en todo esto?
La única política que ha tenido el Gobierno en esta materia no es una política energética, sino una política únicamente de tarifas. Pero además, no han conseguido solucionar el problema del déficit, que es una estafa para el consumidor. Estamos dejando la cuenta a los que vengan detrás, a final de 2008 habrá un déficit acumulado de 14.000 millones de euros, con 5.000 millones de intereses de los plazos en los que se van a amortizar.
¿Cuál será el resultado de esta factura millonaria para el tejido industrial español?
El argumento que se da de competitividad de las empresas para justificarlo es falso, sobre todo porque en nuestro entorno no ocurre lo mismo. El resultado es que las empresas españolas se van a mover con un handicap de 19.000 millones de euros con respecto a los demás.
¿Por dónde pasa la solución?
Lo primero que hay que tener claro es que si la energía es barata no se ahorra. Con los contadores electrónicos sí se conseguirá una buena gestión de la demanda.
¿Qué pinta la fotovoltaica en todo esto?
La visión del Ministerio es corta: se quiere cerrar la fotovoltaica porque va a suponer 200 millones de euros, cuando en Alemania las seis empresas de fotovoltaica capitalizan 16.000 millones de euros. Además, esta tecnología es el futuro porque en 150 años nos quedamos sin energía fósil y la única que nos quedará será la del sol. La política que se está haciendo no es sensata. Habría que regular correctamente y también hay que tener en cuenta que la directiva europea es sólo un pistoletazo de salida, se abre una oportunidad para ser líderes mundiales.
¿Pero cómo controlar el 'boom' que ha habido en la solar?
El problema son las huertas, y se están vendiendo pequeños proyectos que son pura especulación. Lo mismo va a ocurrir con la solar termoeléctrica.