
Hiriko es una ambiciosa apuesta industrial vasca que puede suponer una revolución en el sector de automoción, ya que su producción no requiere de las cadenas montaje del sector tradicional, sino que se trata de un vehículo compuesto de seis módulos que se podrá ensamblar en diferentes lugares.
Se trata de un pequeño vehículo, de propulsión eléctrica, biplaza, que alcanzará los 50 kilómetros hora, con una autonomía de 120 kilómetros y baterías de recarga rápida en 12 minutos. Inicialmente diseñado para disponer de dos plazas, que se puede plegar para facilitar su aparcamiento y no dispondrá de volante, sino de un mando, tipo joy-stick, como los que se utilizan en las consolas de videojuegos.
Sus promotores esperan que este sea el vehículo de la Capitalidad Verde Europea de la ciudad de Vitoria en 2012, así como el coche urbano de las Olimpiadas de Londres del mismo año, para lo cual han realizado ya diversas presentaciones y establecido contactos en la capital británica.
Determinación de socios
El proyecto lo han liderado un grupo de empresarios alaveses, la firma Epsilon Euskadi y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). Los primeros prototipos circularán en 2012.
El viernes pasado se constituyó en Vitoria el consorcio que promoverá la producción y explotación comercial de este nuevo sistema de producción de vehículos orientados específicamente a mercados urbanos.
La previsión es que Hiriko (nombre en lengua vasca que significa de ciudad) llegue a la cadena comercial en el ejercicio 2013, en que sus promotores esperan montar 700 unidades. En 2020 esperan fabricar 25.000 coches al año.
El consorcio empresarial promotor está formado por Hiriko Driving Mobility (la empresa matriz, en la que participa Epsilon Euskadi); Forging Products (compañía especializada en forja), Maser Mic (de sistemas electrónicos), y Sapa (que se encargará del sistema de ruedas y la energía del vehículo).
Inversión industrial
El consorcio promotor de Hiriko, bautizado oficialmente como Hiriko Cars, tienen grandes aspiraciones, calculan que esta iniciativa podría mover en 10 años una inversión de 170 millones y la creación de 6.000 puestos de trabajo.
Aunque no han precisado los datos sobre las inversiones iniciales, el proyecto ya está en marcha y entrará en los programas de apoyo a I+D+i. Precisamente, en virtud de las negociaciones presupuestarias entre PNV y PSOE, esta iniciativa innovadora recibirá una ayuda del Gobierno central de 9 millones de euros en 2011.