
Las constructoras españolas han encontrado un gran foco de oportunidades en el mercado latinoamericano a lo largo de los últimos años y ahora las grandes empresas del sector trabajan para llevar más grúas hasta México, donde el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha anunciado un plan de inversiones en infraestructuras que alcanza los 460.000 millones de euros.
El mercado de la construcción empieza a resurgir de nuevo, de hecho se prevé que esta industria crezca un 3,8% en el segundo semestre del año, si bien el incremento anual será del 2%. Según los pronósticos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía mexicano, la activación del Programa Nacional de Infraestructuras, y un mejor dinamismo del mercado interno, llevarán este crecimiento hasta el 5,5% el año que viene.
Asimismo, la Gerencia de Economía y Financiamiento considera que la inversión privada empezará a fluir con fuerza en los próximos años en México, en el sector de la construcción, que actualmente es en el país el segundo más importante en la creación de empleo, con 5,8 millones de puestos directos y 2,9 indirectos.
Este impulso del sector es sin duda una buena oportunidad para OHL, FCC, Sacyr, Acciona, ACS o Isolux Corsan, que ya están presentes en el mercado mexicano, pero que ahora analizan con gran interés los nuevos proyectos que van a desarrollarse. De hecho, representantes de alguna de estas empresas viajaron el pasado septiembre junto a la ministra española de Fomento, Ana Pastor, hasta México, en el marco de la presentación el nuevo plan de infraestructuras.
Durante ese viaje se firmó un acuerdo para facilitar la presencia de constructoras y capital privado español, con condiciones y reglas de los mercados nacionales de ambos países. En su intervención, la ministra Pastor explicó que "a lo largo de las últimas décadas España ha hecho un esfuerzo importante en inversiones en materia de infraestructura y hoy la ingeniería española y el know how español en transportes está calificado como uno de los mejores del mundo".
Lo cierto es que durante muchos años el sector de la construcción ha sido el motor de crecimiento de la economía española, sin embargo, el estallido de la burbuja inmobiliaria supuso un antes y un después en este mercado. La crisis económica, coincidió también con la crisis del ladrillo y esto generó un efecto devastador. Según el informe Cepco, desde 2008 han desaparecido cerca de un 23% de las empresas del sector y la destrucción de empleo en construcción supone casi el 60% del total en España, rondando los dos millones de puestos de trabajo.
Buscar nuevas oportunidades
La situación ha sido crítica, tanto que el consumo de cemento ha caído hasta situarse a niveles de los años 60. Sin embargo, durante los años de bonanza, los grandes grupos españoles hicieron músculo suficiente como para soportar esta situación gracias a los procesos de internacionalización que iniciaron cuando el mercado nacional se les hacía pequeño.
Gracias al esfuerzo realizado en los últimos años, el prestigio internacional de las constructoras españolas es algo que no se pone en duda, de hecho es muy corriente encontrar carteles con sus nombres en las grande obras de todo el mundo. Esta diversificación geográfica, que les ha 'salvado' de la crisis, les llevó hace años hasta México, país que en algunos casos se ha convertido para las constructoras en el segundo mercado más importante.
Por el momento, una de las empresas con mayor presencia en el país es OHL. La constructora del grupo de Juan Miguel Villar Mir ha hecho de México su segundo mercado. Con una plantilla de 3.423 empleados, la tercera más grande por detrás de España y Perú, logró el año pasado unas ventas de 524 millones de euros en el país.
Concretamente tiene un 78,5% de su cartera a largo plazo de OHL Concesiones. Esta filial del grupo, que inició su actividad en el país azteca en 2002, se ha consolidado como una de las principales operadoras de infraestructuras de transporte, "liderando su sector en el área metropolitana de la Ciudad de México, tanto por número de concesiones asignadas como por kilómetros de autopistas administradas", explica el grupo. Actualmente la compañía construye, administra, opera y mantiene siete autopistas de peaje y un aeropuerto. En total, la filial de Concesiones gestiona inversiones en México por valor de 3.943,9 millones de euros.
Las infraestructuras de transporte, a las que el país va a destinar una inversión de 79.000 millones de euros hasta 2018, son uno de los mercados que han dado más cabida a las empresas españolas. Así, Isolux Corsán, también esta presenté en el negocio de las concesiones mexicano, donde actualmente gestiona dos autopistas, Saltillo-Monterrey y Saltillo Norte y Perote-Banderilla y Libramiento Xalapa, de 95 y 60 kilómetros de longitud respectivamente, por un periodo de 45 años. La compañía ha ejecutado también un tramo de la Carretera Campeche-Mérida y recientemente ha ganado la adjudicación de un proyecto para la construcción de la carretera "Libramiento Poniente de Acapulco", localizada en el Estado de Guerrero, que contará con 11 kilómetros de longitud.
Acciona es otra de las grandes empresas españolas que apuestan "inequívocamente por la expansión futura de sus actividades en México dado su recuperada expectativa de crecimiento del país, su seguridad jurídica y las indudables perspectivas de negocio positivas, que han hecho de México en uno de los mercados estratégicos más relevantes para Acciona", explica la compañía.
El grupo tiene presencia en más de 30 países, entre los cuales México es uno de los principales ya que en la actualidad, representa para Acciona el único mercado del mundo, al margen del español, en el que la compañía cuenta con proyectos relevantes en todas sus áreas de negocio: construcción, energía, agua, inmobiliaria y servicios. La compañía presidida por José Manuel Entrecanales, llegó en 1978 y, desde entonces, su inversión acumulada en el país supera los 1.700 millones de euros.
Mercado estratégico
El nuevo plan de Infraestructuras ha demostrado que la inversión en este sector continuará siendo un tema prioritario dentro de su agenda política, social y económica. Por ello, este país será un pilar fundamental para el negocio global de FCC Construcción, "por su gran potencial en infraestructura y los programas y proyectos planeados para los próximos años", explica el grupo español.
FCC que esta presente en México a través de obras emblemáticas como por ejemplo la construcción del tramo III, de 17,9 kilómetros, para la segunda fase de la autopista Mazatlán- Durango, que une el Pacífico mexicano con el Centro-Norte del país y con el Golfo de México. El desarrollo de esta autopista es una de las obras públicas más importante de los últimos años en México ya que se trata de uno de los proyectos más grandes y costosos en infraestructuras de carretera debido a que cruza la Sierra Madre Occidental.
Otro de los grandes proyectos en los que ha participado FCC es la construcción del Viaducto de San Marcos, que cuenta con la segunda pila más alta del mundo, de 208 metros.
"En el país, FCC Construcción ha desarrollado y genera obras de infraestructura que son un ejemplo, ya sea por su complejidad o por la relevancia que tienen para el bienestar de las comunidades donde estamos presentes", explica el grupo español.
Gran presencia en ingeniería
En Latinoamérica, el Grupo ACS es una de las compañías de referencia en el sector de la ingeniería aplicada, además de tener una posición de liderazgo en varios de los países más significativos, como México y Perú. Así, en 2013 las ventas en esta área superaron los 2.592 millones de euros. Concretamente la cartera se sitúa en los 3.100 millones, lo que implica un crecimiento del 13,1% respecto a 2012, debido fundamentalmente a la adjudicación de importantes contratos en ambos países. Según explica el grupo presidido por Florentino Pérez, la cartera en México se ha incrementado más de un 33% en 2013 respecto al año anterior, lo que reafirma la fuerte presencia del Grupo en el desarrollo de proyectos de ingeniería aplicados al petróleo, gas y electricidad.
Por otro lado, el grupo prevé posibilidades de crecimiento en el segmento de las infraestructuras de movilidad, como demuestra la adjudicación en 2013 del contrato para la instalación de sistemas de control y comunicación para el metro de la ciudad de México D.F.
Otra de las grandes empresas españolas que apuesta por este mercado dentro de su expansión internacional es Sacyr. El grupo, presidio por Manuel Manrique, lleva años aportando su experiencia y tecnología en colaboración con empresas locales. Gracias a ello ha obtenido dos contratos en el tren ligero en Guadalajara, con una cartera de obra de unos 160 millones y su filial Industrial ha ganado un proyecto de líneas eléctricas en Monterrey por 16 millones de dólares. Además, su filial de Concesiones está estudiando proyectos de hospitales y de infraestructuras de transporte que se están licitando en el país y la de Servicios, proyectos de tratamiento de agua y de residuos.
Uno de los proyectos más jugosos que están actualmente en juego en y que seguramente llamara la atención de las empresas españolas es la construcción del nuevo aeropuerto. Un proyecto en el que el Gobierno invertirá alrededor de 6.800 millones para incorporar nuevas rutas y descongestionar las actuales instalaciones, que son las segundas más utilizadas de Latinoamérica. La competencia en este concurso será muy alta, puesto que es una de las obras más grandes que se van a desarrollar en los próximos años y tanto las compañías nacionales como internacionales van a luchar por ella.