Construcción Inmobiliario

El inmobiliario nacional aún no pone ladrillos

Los fondos que invierten en suelo e inmuebles siguen sin levantar cabeza, pero los que lo hacen en inmobiliarias viven un año en general positivo. Eso sí, pocos se atreven a incluir todavía en cartera firmas españolas.

Ya hace meses se comenta que la situación del sector inmobiliario en España está mejorando y que la inversión extranjera está volviendo, aunque aún no haya consenso sobre la estabilización de precios. Por ejemplo, los expertos de Morgan Stanley comentaron hace unas semanas que esperan que "los precios de la vivienda sigan cayendo, pero la burbuja en la inversión en construcción residencial se ha corregido casi totalmente; por lo tanto debería pesar menos en el crecimiento del PIB español". Y como éste, encontramos otros ejemplos recientes.

Sobre esto también se han posicionado otras importantes firmas de inversión como el banco suizo HSBC, que afirmó recientemente en un estudio que "los motivos de la actual revalorización de los valores financieros -de los que también se están mejorando perspectivas- son la percepción de que el sector inmobiliario español ha tocado suelo, de una recuperación económica nacional mejor de la esperada y de la reducción de las incertidumbres por el riesgo soberano".

Según los datos que proporciona un informe elaborado por Arcano, hoy en día España construye el 12 por ciento de las casas que vende y actualmente se están edificando alrededor de 40.000 viviendas al año, un dato inferior al del año 1960, cuando la población se situaba en 30 millones frente a los 46 millones actuales. "Las caídas de los precios de la vivienda van a ser mucho más exiguas a partir de ahora, hay mucha liquidez y eso redunda en precios más altos", apunta Ignacio de la Torre, socio de la firma. Y es que "el optimismo ha vuelto al sector inmobiliario europeo", algo que se desprende de un informe de Pwc (PricewaterhouseCoopers), que asegura que el sentimiento positivo del sector con respecto a las perspectivas de negocio vuelve a cifras de 2008.

Viven el peor año de la crisis

Sin embargo, lo que no tiene perspectiva de mejora en absoluto son los fondos inmobiliarios. CatalunyaCaixa ha sido la última entidad bancaria española en sumarse a la moda imperante de soltar lastre en la gestión inmobiliaria, y ha decidido liquidar su fondo inmobiliario, CX Propietat, que a 31 de agosto contaba con un patrimonio de 95,6 millones de euros y 3.336 partícipes, y suspender los reembolsos, tal y como afirma la propia entidad.

En un entorno donde los precios de las viviendas y sus alquileres no tenían límite, estos fondos actuaron como un refugio para los inversores, con los que podían obtener rentabilidades de entre el 5 y el 10 por ciento anuales. Pero con la caída del precio del suelo y el alquiler, los cimientos de estos productos están seriamente dañados. De hecho, éste ha sido el peor año de la crisis económica para los fondos inmobiliarios, que están sufriendo una continua depreciación de sus carteras, y registran el peor ejercicio de los últimos diez años, al caer de media más de un 5 por ciento.

Fuentes de la propia entidad aseguran que el motivo de haber cerrado este fondo ha sido dar respuesta a la demanda del mercado, ya que se trataba de un fondo que cada vez se demandaba menos. Así, "hemos decidido destinar nuestros recursos a otro tipo de productos que tiene más salida", aseguran. Los inmuebles están puestos a la venta y algunos están alquilados, por lo que también se sacará rendimiento de ellos. El importe que se recupere se repartirá entre los clientes que tengan patrimonio invertido, tal y como explican desde La Caixa. Aunque la legislación en materia de inversión colectiva no establece plazos para finalizar este proceso, con el fin de que la gestora no se vea forzada a malvender activos.

Pero éste no es el único fondo inmobiliario directo que se ha descalabrado con la crisis económica. También el de Banco Santander, el conocido como Santander Banif Inmobiliario está, tal como confirman desde la propia entidad "en stand by". Fue el mayor fondo de esta naturaleza en España, pero la crisis del ladrillo lo paralizó. En estos momentos, aunque el mismo tiene ventanas de liquidez para comprar y vender -en 2013 tuvo dos, en febrero y en octubre, que se cerró el pasado día 15-, prácticamente todo el patrimonio pertenece al banco, y sólo en torno a un 3 por ciento del mismo está en manos de inversores ajenos a la entidad.

Es más, a partir de ahora, ese pequeño porcentaje tendrá menos ventajas si quiere deshacer posiciones. En la próxima ventana de liquidez, se prevé que Santander vuelva a aplicar comisiones de reembolso y eleve las de gestión y depósito, que con la crisis del producto se redujeron al 0,75 y 1 por ciento. Además, el pasado 1 de marzo venció el plazo de 2 años en el que se había comprometido a dotar de liquidez al fondo para hacer frente a las salidas de inversores. Así, "los futuros reembolsos se atenderán únicamente con la liquidez de la que pueda disponer el fondo", explicó hace unos meses Santander en un documento remitido a la CNMV.

En cuanto al resto, también sobrevive, pero con un futuro igual de incierto. Por ejemplo, desde Ahorro Corporación comentan sobre el AC Patrimonio, que "actualmente no se encuentra en comercialización activa debido a la crisis que atraviesa el sector inmobiliario y al escaso interés de los inversores particulares por esta modalidad de fondo". Su cartera "está formada por 17 inmuebles -cuatro residencias, cuatro viviendas libres , ocho viviendas de protección oficial y un edificio de oficinas-. La ocupación media es del 86,40 por ciento", explican.

Una forma más 'segura' de acercarse al sector

Sin embargo, hay otros fondos ligados a la industria que sí están empezando a levantar cabeza. Se trata de los productos de renta variable del sector inmobiliario. Y, si centramos mucho más la búsqueda, en especial los globales. Entre ellos, se cuelan dos fondos españoles, uno gestionado por Gaesco y otro por Ibercaja -tienen un patrimonio de 7 y 9 millones de euros cada uno-, que acumulan una rentabilidad del 2,88 y el 5,31 por ciento, respectivamente, en el presente ejercicio.

De media, estos fondos avanzan un 1,5 por ciento en lo que va de año, según los datos que ofrece Morningstar. Los hay que incluso baten con creces este dato. Este es el caso del AXA WF Framlington Global Real Estate Securities E (en euros), que se anota más de un 4 por ciento desde el pasado 1 de enero. De hecho, de los cuatro productos de la categoría accesibles al inversor minoritario español que reciben el mejor rating -es decir, cuatro estrellas Morningstar entre un máximo de cinco estrellas- éste es el único que luce en positivo en estos momentos. Si bien es cierto que hay que tener en cuenta que para el de Gaesco, la herramienta no ofrece ninguna calificación.

¿Cuál es el secreto del éxito del fondo de AXA? Invertir en gigantes estadounidenses como Simon Property, en niponas como Mitsubishi Estate y en alguna empresa europea, como por ejemplo la gala Icade. De hecho, esta distribución es común a los productos mejor valorados: escogen inmobiliarias cotizadas de Estados Unidos o Asia antes que europeas, y en el Viejo Continente se fijan mucho en Reino Unido, aunque también ponen el ojo en las empresas alemanas y las galas.

Entre los fondos con sello extranjero seleccionados, es precisamente el de AXA el único que tiene exposición a países del sur europeos como, por ejemplo, Italia -en la que invierte un 0,62 por ciento según los últimos datos disponibles- o España -donde tiene una exposición del 1,89 por ciento-.

Tampoco los pocos sectoriales que ofrecen gestoras españolas suponen una excepción. Sirva como ejemplo el Ibercaja Sector Inmobiliario. Este producto tiene nada menos que el 18,5 por ciento de su patrimonio en compañías de Francia, y el 13 por ciento en Alemania. Eso sí, más del 6 por ciento está invertido en inmobiliarias españolas. En el top 10 de su cartera encontramos a firmas europeas como Lafarge, Ferrovial o Unibail-Rodamco.

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