El presidente de la Asociación de Promotores de Barcelona (APCE), Lluís Marsà, considera que en las zonas de Cataluña con menor remanente de pisos vacíos y con mayor demanda, el precio de las viviendas nuevas podría "repuntar" próximamente, como es el caso de la ciudad de Barcelona.
Marsà señala que los precios inmobiliarios, tras seis años consecutivos de caídas, "probablemente han tocado fondo o estamos muy cerca de él" y que incluso podría producirse en breve un cambio de tendencia por la escasez de oferta disponible.
La APCE estima que en Cataluña hay actualmente un stock de 80.000 pisos nuevos vacíos, de los que 12.000 están situados en el área metropolitana y, de éstos, 4.000 en la ciudad de Barcelona.
Como cada vez se construye menos, Marsà estima que en la capital catalana "muy pronto" se podrá dar salida a gran parte de esta bolsa de viviendas en venta, lo que comportará un incremento de los precios, que según datos de la APCE han descendido del orden de un 47 % desde el año 2007, teniendo en cuenta el aumento del IPC en este período.
En el primer trimestre de este año se han iniciado en Cataluña 992 pisos, frente a los 1.587 que se empezaron a construir en el mismo período del año anterior.
La APCE calcula que a lo largo de este año se iniciarán unas 4.000 viviendas, una cifra que sigue en descenso respecto a los años anteriores: en 2012 se comenzaron 5.333 pisos; en 2011 unos 8.000 y en 2010 unos 13.000, mientras que en el año 2006 se alcanzaron los 127.000.
Lluís Marsà, presidente del grupo inmobiliario La Llave de Oro, se muestra moderadamente optimista sobre el futuro del sector, ya que, según afirma, hay indicios que invitan a pensar en una próxima recuperación.
Explica, en este sentido, que en el sector terciario, el de las oficinas, se están cerrando cada vez más operaciones y se ha detectado un interés creciente de los inversores por invertir en España.
"Las historias de las crisis nos dicen que siempre se inicia la salida de las mismas por el sector terciario, se sigue por el industrial y acaba por el residencial", subraya Marsà, que preside la APCE desde octubre del pasado, cuando el empresario inmobiliario Enric Reyna presentó su renuncia tras casi 35 años en el cargo.
Marsà comenta que los promotores, además del impacto de la crisis, del paro y de la caída de la demanda interna, se está enfrentando a un problema añadido a la hora de intentar poner en el mercado sus inmuebles, como es la competencia de los bancos, que están vendiendo inmuebles adjudicados por el impago de hipotecas "con ofertas muy agresivas, a veces incluso por debajo del precio de coste".
Además, la banca facilita financiación a los compradores de sus pisos, mientras que al resto de ciudadanos, añade, les exige una serie de requisitos que les dificultan conseguir una hipoteca.
Marsà se muestra muy crítico con el papel de la banca: "Si al lado de una promoción tuya se pone el banco y decide bajar los precios un 30 % de golpe, hasta que esa promoción no se venda tú no puedes vender".
Y aunque elude tachar directamente de "competencia desleal" la actuación de las entidades financieras, señala: "Si yo voy al supermercado y me encuentro con que una botella de aceite que vale 2,5 euros alguien la vende por un euro, habrá alguna organización empresarial que se quejará de que es competencia desleal".