
La patronal de grandes empresas de Cataluña, Foment del Treball, manifestó ayer su malestar por el aumento de nuevos tributos en la comunidad, que calificó de "creatividad desbordada en el diseño de nuevos impuestos".
La patronal apuntó que el gravamen sobre las bebidas azucaradas, que se aplica desde del 1 de mayo, "no favorecerá los cambios en los hábitos de consumo que justifica por motivos de salud".
Además, denunció que será el consumidor final el que acabe soportando la carga impositiva de la nueva tasa y que será discriminatoria, porque recaerá en el usuario independientemente de si lleva o no una alimentación sana. La patronal manifestó también su disconformidad con la gran cantidad de modificaciones que introdujo la Ley de medidas fiscales, administrativas, financieras y del sector público para 2016, puesto que consideraron que puede generar inseguridad jurídica tanto en la normativa tributaria como de tipo administrativo.
Asimismo, también cargó contra el impuesto sobre activos no productivos, que entrará en vigor en junio. Foment considera que la tasa será de muy difícil aplicación y que muy probablemente llevará a una situación de conflictividad para una recaudación que podría ser muy baja. Cataluña es la comunidad autónoma con más impuestos propios, ya que cuenta con 14.
Estabilidad presupuestaria
Foment también insistió en su disconformidad con la derogación de la Ley 6/2012 de Estabilidad Presupuestaria, dado el alto grado de endeudamiento de la Generalitat. La patronal considera que la eliminación de la norma puede trasladar una mala imagen de la institución, puesto que es importante demostrar el compromiso para mantener saneadas las cuentas públicas.
La patronal también criticó las medidas del Gobierno español para fijar el déficit de 2016, puesto que se resuelve a "costa de la tesorería del tejido empresarial".