
"Esto la Fiscalía te lo afina, hacemos una gestión, [...] yo creo que, si salen [pruebas que incriminen a líderes independentistas], mejor que haya ido primero a la Fiscalía. Lo ideal es: si eso está en el juzgado y sale, nadie va a sospechar que sale de la Policía ni de investigaciones policiales" así se expresaba el actual ministro de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, en reuniones secretas con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso.
Las grabaciones que ha sacado a la luz el diario Público han explotado contra el candidato catalán del PP a cuatro días de las elecciones. En los archivos de voz, se escucha como Fernández Díaz insta a De Alfonso a encontrar, o incluso fabricar, pruebas contra líderes independentistas de Convergència y Esquerra Republicana para desacreditarlos. Esto ha provocado una oleada de críticas y peticiones de dimisión por parte de toda la oposición, tanto en el Parlament, como en el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, el propio ministro en funciones se ha defendido de las acusaciones y asegura que la verdadera víctima es él, ya que es una filtración "interesada a pocos días de los comicios". Fernández Díaz no ha dimitido, a pesar de aceptar que protagonizó esas grabaciones.
De hecho, en estos archivos de voz, el propio ministro asegura que el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene constancia de estos contactos (véase apoyo).
El 'Parlament' dicta sentencia
Por otra parte, el protagonista secundario es De Alfonso, que dirige un órgano independiente de la política como es la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC).
Este dirigente se muestra totalmente dispuesto a colaborar con la tarea encomendada por el ministro. Sólo pide una condición, y es que su nombre no aparezca. El Parlament inició ayer los trámites para cesar a este alto cargo, y hoy, el propio De Alfonso comparecerá en la cámara, aunque defiende que "no hay base legal para que lo echen y recurrirá si lo hacen". También negó ser quien hizo las grabaciones.
Reacciones contundentes
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, culpó a Fernández Díaz de "utilizar a los aparatos del Estado contra adversarios políticos".
En Cataluña las reacciones se produjeron de inmediato. En las conversaciones, Fernández Díaz y de Alfonso hablaban de incriminar al hermano de Oriol Junqueras, que
trabajaba en una empresa que se vio beneficiada por varias adjudicaciones de la Generalitat durante el Tripartito. El líder republicano comparó las grabaciones con la reacción del Gobierno del PP después de los atentados del 11-M.
Junqueras y Puigdemont tildaron estos hechos como "un GAL mediático". El president dijo que "estamos ante una gente que utiliza el más alto poder para construir una conspiración, esto es gravísimo". El expresident, Artur Mas, fue aún más allá, y aseguró que la filtración muestra un "Estado de matriz franquista", según el cual "se persigue y se quiere destruir a personas por defender ideas políticas".
"El Presidente del Gobierno lo sabe"
Una de las declaraciones más sorprendentes del ministro en funciones en las grabaciones es la posible connivencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Fernández Díaz era tajante, "el presidente del Gobierno lo sabe. Yo se lo dije a él, es un hombre discreto donde los haya. Por supuesto, su mano derecha no sabe lo que hace su mano izquierda. Yo le conozco muy bien, de muchos años. Llevo trabajando y colaborando con él desde febrero del 91". Rajoy ha negado la mayor y aseguraba ayer que "ni sabía que ese organismo [la OAC] existía ni quien es De Alfonso". En todo caso, el archivo de voz es definitivo, queda por constatar si el ministro era veraz en él.