Los primeros resultados de Seat con un efecto claro del caso dieselgate han sido positivos. La filial española de Volkswagen ha registrado su mejor beneficio operativo desde el ejercicio 2001. Así, Seat registró un beneficio operativo de enero a marzo de 54 millones de euros, que supone una mejora del 63% en relación al primer trimestre del pasado año. Esta cifra no se corresponde con el ebitda, ya que se incluyen depreciaciones y amortizaciones
Seat ha dado este salto a pesar de la caída de ventas que ha sufrido, que fue de un 7,8 por ciento en el primer trimestre de 2016. Este porcentaje equivaldría a unos 9.900 vehículos menos del total de 127.000 coches vendidos (incluyendo el Q3 producido por Audi, pero ensamblado en la planta de Martorell). Esta caída se refiere a vehículos facturados, no a los entregados a clientes (que crecen un 0,2%). Según indican fuentes de la compañía, la reducción de la producción y por ende de la facturación de vehículos se debe a las obras de la Línea 1 para "adaptarla a la nueva plataforma".
En todo caso, la compañía ha elevado su beneficio operativo, fundamentalmente, por la optimización de costes, que impulsa su rentabilidad casi al doble (del 1,5% de 2015 al 2,6% de este año). Seat lleva años mejorando sus procesos productivos, mecanizando una parte de la producción y flexibilizando su estructura de recursos humanos, recurriendo a la subcontración a pesar de incorporar a muchos de estos trabajadores, como los 160 empleados que pasaron de ser externos a internos desde enero.
Estos cambios, sobre todo la mejora de la rentabilidad, provocan que la firma haya revertido las pérdidas que teñían de rojo la cuenta de resultados de la firma de Wolfsburg. El gigante alemán ha reducido un 19 por ciento su beneficio neto en el trimestre y un 3,4 por ciento las ventas, pero ha mejorado este mismo porcentaje su beneficio operativo, hasta los 3.440 millones.
Huelgas en junio y julio
Con la mejora de la situación de Seat, los trabajadores han anunciado la convocatoria de una huelga durante todos los fines de semana de junio y julio. El motivo es, según el propio comité de empresa, el "poco avance" en la negociación del nuevo convenio que tendría que haber entrado en vigor este año. Fuentes de Seat aseguran que las negociaciones avanzan de forma positiva, pero los trabajadores no lo ven así.
Por ello, piden que en el nuevo contrato entre trabajadores y empresa se incluya que un 10 por ciento de los beneficios se destinen a la paga de trabajadores, "en consecuencia con la mejora de la compañía", explica Rafael Guerrero, secretario general de Intercentros de CCOO. También piden que a los empleados subcontratados se les aplique el convenio del sector que les corresponda, y no tengan condiciones equivalentes a lo que indíca el sueldo mínimo interprofesional, por ejemplo.
Otra de las demandas es que los empleados sepan qué modelos se van a hacer. Y es que, Guerrero explica, que hay una gran decepción en la planta por la pérdida del modelo premium Q3, que se producirá en Hungría. Para conseguir este modelo que aumentaba considerablemente las horas de trabajo, los trabajadores recuerdan que hicieron muchos sacrificios laborales. Guerrero se lamenta que a pesar de lograr una buena productividad y rentabilidad, no se haya logrado retener este modelo, ya que la llegada del 'Ateca pequeño' y el A1 no cubrirá las horas y creará un excedente de producción. Al menos, hasta que no llegue la nueva generación del Ibiza en 2017, y la del León a finales de 2019.