
El objetivo de esta 'herramienta' es simple, monitorizar de forma efectiva a la competencia en tiempo real a cualquier nivel, para saberlo todo y poder reaccionar rápidamente. Kompyte trabaja para ponerlo al alcance de todas las empresas de forma fácil y asequible.
Kompyte es uno de aquellos proyectos cuyas posibilidades son tan interesantes que parece incomprensible que no haya surgido de los fértiles viveros de Silicon Valley. Pero es un proyecto de aquí, bien planteado y con un gran futuro. La historia es común a muchos otros casos: los fundadores, jóvenes con alto nivel de preparación y conocimiento en nuevas tecnologías, coinciden y surge la idea al haber detectado alguna necesidad no cubierta.
En este caso, los fundadores son Pere Codina, Albert Colmenero y Sergio Ramírez. La creación del primer prototipo y la entrada de los primeros inversores no se remonta más allá de inicios de 2014, con un inversor de la experiencia y de éxito: Josep A. Aliagas, fundador de Ready. Un inversor austríaco y el programa de aceleración de Conector les dio el empujón necesario en un tiempo récord para ponerse manos a la obra.
El objetivo de la herramienta de Kompyte es bien simple: monitorizar de forma efectiva a la competencia online a cualquier nivel, para saberlo todo y poder reaccionar rápidamente. Y ponerlo al alcance de todas las empresas de forma fácil y asequible. Según el consejero delegado de la empresa, Pere Codina, "seguir a la competencia es imprescindible para cualquier empresa, pero en un escenario con un número de competidores elevado no hay tiempo ni herramientas disponibles para hacerlo de forma eficiente. Existen muchas y muy buenas que analizan, pero el seguimiento y monitorización a este nivel no existía".
La herramienta desarrollada por Kompyte está abriendo camino en un terreno nuevo, está descubriendo un nicho de mercado y trazando su propia hoja de ruta. Cada vez más, es imprescindible conocer el mercado en el que uno debe competir para intentar, entre otras cosas, construir barreras de entrada y prepararse para dar el salto internacional.
Como en otras ocasiones, estos emprendedores necesitan inversores, pero en este caso el inversor debe saber que el proyecto en el que invierte está pisando un terreno bastante desconocido. Kompyte se centra en conocer a su mercado, interactuar con el cliente y ajustar la herramienta al uso que se hace de ella. Los fundadores son conscientes de que ellos mismos son sus primeros clientes y, como startup que empieza, están listos a tomar decisiones rápidas. Son conscientes que se van a equivocar, pero su herramienta está para eso, para poder asumir equivocaciones y aprender rápidamente para corregir su camino hacia el éxito.
En estas situaciones juegan un papel vital las aceleradoras e incubadoras y en concreto los miembros del board de las mismas. Estos consejeros guían y ayudan a los emprendedores, ocupados en un día a día frenético y con una formación técnica que no es suficiente para gestionar de forma completa un proyecto.