El presidente de la Generalitat llega hoy a Madrid con el mandato del Parlament de negociar un pacto fiscal para recortar el déficit fiscal que arrastra y lastra a la economía catalana. Acude a Moncloa, pero no atiende allí a los medios, sino en la sede de la Generalitat en Madrid.
El mandato (otorgado por la mayoría que forman CiU, ERC y grupos independentistas minoritarios) establece que Cataluña tiene un déficit fiscal de 16.400 millones anuales y es imprescindible rebajarlo para garantizar el sostenimiento de los servicios públicos catalanes y el crecimiento de esta autonomía.
La población catalana, casi de forma unánime, está de acuerdo en la necesidad de mejorar el sistema de financiación para Cataluña, y todas la patronales y grandes empresas apoyan expresamente esta petición. Pero tras el éxito de la manifestación de la Diada, el mensaje de Mas se ha radicalizado. Acude a La Moncloa con el corazón partido: por un lado reclama el pacto fiscal que figura en el programa electoral con el que fue elegido y, por otro, asegura que, aunque se lo diesen, sería insuficiente porque Cataluña ha emprendido un camino sin retorno hacia la "creación de un Estado propio".
¿Qué pide Mas a Rajoy para que nos se rompan definitivamente las relaciones entre Cataluña y España?
Recortar el déficit un 4%
Los 16.400 millones déficit fiscal anual que fija el mandato del Parlament de Cataluña supone el 8 por ciento del PIB catalán. El objetivo que se ha fijado CiU es rebajar esta cifra a la mitad, es decir rebajar el déficit fiscal a 8.000 millones. Sin embargo, esta no es la cifra definitiva ya que los cálculos de las balanzas fiscales que publicó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero están hechas con datos de 2008, año en que la crisis económica todavía no nos había golpeado tan violentamente.
Ahora el Gobierno popular asegura que "no hay dinero en la caja" y, según fuentes nacionalistas, el objetivo del president sería lograr unos 4.000 millones adicionales para la financiación de Cataluña. Esta cifra permitiría enjugar el desfase en las cuentas autonómicas y realizar alguna política de incentivos económicos, algo que, desde que llegó a la presidencia, Mas no ha podido realizar.
Recaudar los impuestos
Para los nacionalistas, tanto o más importante que las cifras es la creación de una Agencia Tributaria de Cataluña que se encargue de gestionar, recaudar, liquidar e inspeccionar todos los impuestos que se pagan en la comunidad. Este organismo, que depende exclusivamente de la Generalitat, tendría capacidad normativa y responsabilidad fiscal sobre todos y cada uno de los impuestos estatales soportados en Cataluña.
Como mucho, esta agencia y la Administración tributaria del Estado "podrán colaborar y suscribir convenios y hacer uso de otros medios de colaboración que consideren pertinentes", un párrafo que CiU incorporó al texto de su documento para intentar atraer los votos del PSC, algo que finalmente no consiguió. Los socialistas catalanes abogan por un modelo más integrado en el que reclama "el protagonismo de la Generalitat en la gestión, liquidación e inspección de todos los tributos soportados en Cataluña y la máxima capacidad normativa sobre los mismos".
La recaudación de los impuestos es clave en la propuesta catalana, ya que sería la autonomía quien recaudara los impuestos y luego realizara las liquidaciones al estado, al contrario que ocurre ahora.
Cuota de retorno
El modelo de Mas propone el "establecimiento de una cuota de retorno al Estado español en concepto del coste de competencias o los servicios comunes que afectan a Cataluña". Esta cuota, que sería revisable quinquenalmente, es una figura muy similar a la que fija el sistema de cupo vasco.
Solidaridad limitada
La propuesta de CiU establece que junto a la cuota de retorno al estado también se fije una aportación a la solidaridad con otras autonomías. Esa solidaridad y la cuota de retorno no deben superar el 4 por ciento del PIB catalán. Para Mas es imprescindible que la aportación solidaria no suponga una carga para la economía catalana. Debe respetarse escrupulosamente el principio de ordinalidad, de forma que ninguna comunidad con menor renta per cápita supere a Cataluña en renta disponible una vez aplicados los mecanismo de solidaridad.
Límite cualitativo
Además de un límite cuantitativo, la Generalitat pide que los mecanismos de solidaridad entre comunidades tengan una limitación cualitativa. Es decir que los recursos se dediquen exclusivamente a las políticas más básicas del estado del bienestar (sanidad y educación).
Con esta petición, Artur Mas pretende evitar agravios comparativos como el hecho de que en Extremadura todos los alumnos cuenten con un ordenador portátil en clase, mientras que Cataluña no se puede permitir ese gasto o que el presidente extremeño anuncie una rebaja del IVA cultural de forma unilateral.