Las cajas rurales de Burgos, Segovia y Fuentepelayo anunciaron ayer su fusión con el objetivo de ganar cuota de mercado ante la "desvinculación" de territorial de las cajas de ahorro.
La "convicción" de que unidos serán más fuertes ante la crisis y la "oportunidad" de ganar mercado por el proceso de "desarraigo" que, en su opinión, han emprendido las cajas de ahorro con su política de fusiones han llevado a los responsables de estas tres entidades a mover ficha y a embarcarse en una fusión "que está abierta" a nuevas incorporaciones.
Las tres cajas consideran que su buena posición de solcencia y liquedez les ha llevado a estar en "el momento idóneo para avanzar a mayor velocidad y ganar cuota de mercado en un entorno en el que otros actores financieros tendrán que localizar sus esfuerzos al mero ejercico de la supervivencia".
La fusión, que culminará en el mes de mayo cuando operen totalmente juntas, ha sido tomada "sin ningún tipo de presión", aunque los presidentes de las tres entidades reconocieron que "han atendido las recomendaciones" que desde hace tiempo ha lanzado el supervisor a favor de las fusiones.
La nueva caja rural nace con un ámbito interregional y con vocación de ser "líder" en el cooperativismo de crédito en Castilla y León, todo ello manteniendo "el arraigo local y profundizando en el compromiso con el desarrollo económico, social e institucional" del ámbito geográfico de actuación originario.
Se conservaran las actuales denominaciones sociales como marcas comerciales, se continuarán canalizando las aportaciones del Fondo de Educación y Promoción a obras culturales, de interés social y profesional, directamente y a través de las actuales fundaciones constituidas por las tres entidades (Fundación Caja Rural de Burgos, Fundación Caja Rural de Fuentepelayo y Fundación Caja Rural de Segovia) - y se potenciará la Unión de Cajas Rurales de Castilla y León (U.C.A.R.) y el Grupo Caja Rural (A.E.C.R.).
El domicilio social de la nueva Caja Rural estará en Segovia, mientras que la sede operativa se instalará en Burgos, además de que se potenciará proximidad a los socios y clientes mediante la materialización de estructuras de servicios descentralizados y de apoyo a la red comercial a través de dos territoriales, ubicadas en Burgos y Segovia; junto con el establecimiento en Valladolid de una serie de servicios, en consonancia con su representatividad y con la filosofía del proyecto.
Durante la primera legislatura, el Consejo Rector de la nueva Caja Rural estará formado por 17 miembros, nueve nombrados por Caja Rural Burgos, cuatro por Caja Rural de Segovia, uno por Caja Rural de Fuentepelayo, un consejero laboral y dos consejeros independientes.
La Presidencia será ostentada por Pedro García Romera, (Burgos) junto con dos Vicepresidentes: Félix Moracho Fuertes (Segovia) y Juan Cruz Serrano García (Fuentepelayo).
La Dirección General será ejercida por Ramón Sobremonte Mendicuti (Burgos) apoyado por dos Directores Generales Adjuntos: José María Chaparro Tejada (Segovia) y Francisco Encinas González (Fuentepelayo).
Las tres cajas rurales suman 105 oficinas repartidas por Burgos, Ávila, Segovia, Palencia, Valladolid, Cantabria y La Rioja, cuenta con un volumen de negocio de 2.291,8 millones de euros y un total activo de 1.389,4 millones.
El director general de Caja Rural de Burgos explicó que la entidad dispone de liquidez ya que no tiene que hacer frente al pago de financiación obtenida en el mercado mayoristas y que ninguna de ellas ha recibido ayudas públicas.
La ratio de liquidez estructural de las tres cajas se eleva al 111 por ciento y una coeficiente de solvencia del 11,71 por ciento, tres puntos por encima de lo que exige el Banco de España a estas entidades. La morosidad se sitúa en el 2.78 por ciento.
Los responsables de las cajas insistieron en que el reparto del Consejo Rector no se ha hecho atendiendo criterios mercantiles sino de "cooperativismo".
