Banca y finanzas

BBVA prueba oficinas unipersonales para evitar cierres y abaratar costes

  • Se ahorra así la figura del director de oficina exigido para un local tradicional

En un momento donde tocar todas la teclas para empujar una rentabilidad constreñida por los tipos ultrabajos es vital para la banca, la tentación de ajustar la red parece servida. BBVA, en cambio, ha puesto a prueba un camino intermedio: oficinas unipersonales, con las que evitar el riesgo de pérdidas de clientes vinculado a una clausura directa y economizar al máximo en recursos.

La entidad ha identificado entre 20 y 30 sucursales que no llegan al umbral de rentabilidad deseado para hacer de laboratorio. Son locales que deja surtidos en su mayoría por un solo trabajador, aunque algunas cuentan con dos empleados, y los ha rebautizado como Centros de Servicios Bancarios (CSB).

Sin director de oficina

Fuentes sindicales consultadas ven positivo que analice opciones distintas a echar sin más la persianilla, pero critican un subterfugio para economizar al máximo. Y es que el simple hecho de extraer de la nomenclatura la palabra oficina, le permite ahorrarse la figura del director exigido para un local tradicional, al dejar a su frente personal de calificación profesional y sueldo inferior. "Se salta, sorteando el término, algo que está en el convenio", denuncian en un sindicato.

El banco carece, a priori, de un plan específico de extensión del modelo al resto de la red. Si bien las fuentes sindicales sospechan que ampliará esta microsucursal si los resultados resultan alentadores.

Al ser una especie de piloto en pruebas, la muestra es de lo más diversa, con locales en pequeñas poblaciones o barrios donde la clausura supondría abandonar la zona, y otras en grandes ciudades o, incluso, en el centro de capitales de provincia. Y es que el plan de estudio ha seleccionado oficinas cuyo nivel de transaccionalidad y de asiduidad de los clientes o por la propia cartera de negocio conduce a pensar que se encuentran sobredotadas de personal. Antes de cerrarlas y tener que redireccionar al cliente a otro local, busca hacerlas eficientes sin malgastar recursos. Tras la compra de Catalunya Banc, BBVA suma unas 3.880 oficinas en España y 8.100 en todo el mundo, si bien debe prescindir de 285 en nuestro país por el plan de reestructuración acordado con Bruselas.

Coincide la iniciativa con un momento donde, además de la presión para subir la rentabilidad, se encuentra en revisión el mismo modelo de sucursal. BBVA ha dado un vuelto a toda su estructura organizativa y nombró el pasado mes de mayo como consejero delegado a Carlos Torres, el responsable de la banca digital para empujar la transformación del grupo.

El celo de los sindicatos ante este proyecto es máximo respecto a las condiciones laborales de los empleados. Temen una sobrecarga de trabajo que dispare el estrés al reducirse al máximo el personal, que ahora deberá realizar cualquier tipo de actividad -servicios de caja, asesoramiento, labores comerciales, etc-, y alertan sobre el riesgo ambiental y de seguridad.

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