
El mayor banco alemán ha anunciado hoy una caída en su beneficio del segundo trimestre del 64%. Pero las malas noticias no han quedado ahí porque la entidad va a tener que realizar unas nuevas amortizaciones por depreciación de activos por un importe de 2.300 millones de euros, lo que le eleva a más de 7.000 millones de euros su factura por la crisis crediticia.
En concreto, el beneficio neto de Deutsche Bank (DBK.XE) del segundo trimestre fue de 649 millones de euros, o de 1,27 euros por acción, muy lejos de los 1.780 millones, o 3,60 millones por título, del mismo periodo del año pasado.
A pesar de este importante descenso, el resultado es mejor de lo esperado por el mercado. Los analistas consultados por Bloomberg habían previsto de media unas ganancias trimestrales netas de 491 millones de euros.
Los ingresos por intereses y similares de Deutsche Bank cayeron en los seis primeros meses del año un 7 por ciento, hasta 30.358 millones de euros (47.358 millones de dólares), frente al monto de igual periodo del pasado año.
En cuanto a la nueva amortización de 2.300 millones de euros, el banco ha explicado que tuvo una depreciación de 1.000 millones de euros en activos respaldados por activos hipotecarios y otros 500 millones ligados a aseguradoras monoline.
Entorno desafiante
El presidente de Deutsche Bank, Josef Ackermann, dijo en un comunicado que "el segundo trimestre del año fue un trimestre muy desafiante para la industria bancaria". "El ambiente continuó afectando el comportamiento de nuestras actividades de banca de inversión pero nuestros negocios estables probaron de nuevo su resistencia", añadió Ackermann, quien también destacó que pese a más depreciaciones la entidad "produjo un beneficio sólido".
Además, el presidente de Deutsche Bank destacó que la entidad progresa en reducir sus exposiciones y que mantiene la cautela para el resto de 2008 con claras prioridades como la estricta gestión de costes, riesgo y capital.
El instituto de crédito alemán sufrió en el primer trimestre las primeras pérdidas trimestrales desde hacia cinco años (141 millones de euros) por las depreciaciones de activos